El olvidado matemático de Valladolid cuyo trabajo fue "decisivo" para derrotar a Hitler

  • Faustino Antonio Camazón fue uno de los criptógrafos que trabajó con Alan Turing para descifrar el código Enigma.
Imagen de una máquina Enigma, usada por los nazis para ocultar mensajes.
Imagen de una máquina Enigma, usada por los nazis para ocultar mensajes.
Bundesarchiv / WIKIPEDIA
Imagen de una máquina Enigma, usada por los nazis para ocultar mensajes.

Una de las claves por las que los aliados pudieron dar la vuelta a la tortilla y tomar la delantera en la II Guerra Mundial ante las fuerzas del Eje estuvo en el descubrimiento de las claves que permitían descifrar las comunicaciones encriptadas que los nazis emitían con la máquina Enigma. Este hecho se conoció a partir de 1967, cuando varios libros revelaron todo lo que ocurrió y cómo criptógrafos polacos y el matemático británico Alan Turing fueron clave para vencer a esta diabólica máquina. Pero lo que no se supo hasta mucho después, hasta hace bien poco de hecho, es que un español de Valladolid jugó un papel clave en esa misión. Era Faustino Antonio Camazón.

El diario ABC recoge en un extenso reportaje la historia de Camazón, que fue el jefe de los siete matemáticos españoles que formaron el Equipo D, que trabajó junto al polaco Marian Rejewski y al citado Alan Turing para descifrar Enigma. Esta labora, según palabras del presidente estadounidense Eisenhower, fue "decisiva" para vencer a los nazis.

Ni siquiera la familia de Faustino Camazón conocía el importante papel que tuvo en la Segunda Guerra Mundial. Fue Arturo Quirantes, profesor de Física de la Universidad de Granada, quien descubrió en un libro que se mencionaba brevemente a un español de apellido Camazón que comandaba un equipo de siete españoles que en París colaboraron con un grupo de polacos que luchaba por descifrar los códigos nazis. Cuando Alemania invadió Francia, estos españoles huyeron a África.

Quirantes escribió un artículo en la revista Enigma y gracias a él le llegó más información de Camazón: un concejal de Sabiñánigo decía que conocía a un sobrino de Camazón, llamado Luis Ballarín. Y un profesor de Ibiza llamado José Ramón Soler daba datos sobre el matemático y los otros seis españoles.

Luis Ballarín afirmaba que habló, de niño, con su tío Faustino en Jaca, donde al parecer se estableció Camazón. El matemático era natural de Valladolid, donde nació en 1901. Estudió matemáticas en Madrid, donde aprendió francés, inglés y alemán. 

Entró en la Policía Criminal de Madrid, donde se especializó en criptografía. Luego pasó al servicio secreto español en las guerras coloniales de España en África. Tuvo un cargo policial republicano en plena Guerra Civil y en Barcelona conoció a María Cadena, una enfermera oscense con la que se casó. Cuando Franco estaba a punto de ganar la guerra, se exiliaron a Francia.

Al parecer, fue un militar francés llamado Gustave Bertrand el que reclutó a Camazón y lo sacó de un campo de concentración del sur de Francia para que formara parte del servicio de inteligencia en el puesto de escucha PC Bruno, junto a 15 polacos, 9 franceses y los ya citados 7 españoles. Es entonces cuando destaca la tarea de Camazón. Su equipo descifró numerosos mensajes del Ejército nazi sobre importantes operaciones.

El equipo siguió en Francia hasta que Hitler invadió Francia, así que los españoles fueron enviados a Argelia.

Tras la guerra, Estados Unidos quisieron fichar a Camazón, pero este se mostró agradecido a Francia y permaneció en este país, en concreto en el Ministerio de Asuntos Exteriores como experto en España y Latinoamérica. En 1968 se jubiló y se estableció con su mujer en Jaca, donde vivió hasta su muerte, el 19 de octubre de 1982.

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