Tal como señala la Diputación en un comunicado, el de El Castillo de las Guardas es uno de los belenes vivientes pioneros en la provincia y, en su décimo séptima edición, es "ya toda una tradición".

"Su singularidad radica en la interactividad: se recrean, mediante escenas dialogadas, la vida cotidiana que rodea el nacimiento de Jesús, originalidad que le otorga el beneplácito de un público, que el año pasado alcanzaba las casi 2.000 visitas, lo que supone duplicar la población del municipio", detalla.

Rodríguez Villalobos ha felicitado a los castilleros "por su creatividad, al convertir la tradición navideña propia de nuestra tierra en un atractivo turístico y en un factor dinamizador de la economía del municipio" y ha valorado "la activación local con respecto al patrimonio monumental y paisajístico", una iniciativa que la Diputación apoya.

Además, el presidente ha dado su enhorabuena "a un tejido social, que se aglutina en torno a la propia identidad para aportar una experiencia de sensibilidad y de arte".

CASI 2.000 METROS CUADRADOS Y 70 PARTICIPANTES

Precisamente, esa labor de participación social en torno al Belén Viviente la coordinan los miembros de la Asociación Cultural El Nacimiento.

"El Ayuntamiento concede una subvención a la Asociación y aporta los escenarios, pero toda la puesta en marcha y la escenificación de este evento corre a cargo de estos jóvenes, cuya directiva es la de menor edad de su historia", ha explicado Gonzalo Domínguez, quien se declara muy orgulloso de contar en su pueblo "con este plantel de jóvenes, que sacrifican su ocio y sus fiestas para contribuir a que, en estos días, El Castillo de las Guardas sea un referente en la provincia".

Indica que la recreación "se desarrolla en el punto más alto y monumento de más importancia del municipio: el Torreón, desde el que se divisa todo el paraje circundante, por lo que el Belén acaba sumándose a la propia estampa local, sobre todo por la noche, donde las casas del pueblo iluminadas se convierten en una extensión del mismo".

Con una extensión de 1.818 metros cuadrados, el acceso es por la Calle Rafael Mozo, en el Belén Viviente de El Castillo de las Guardas participan unos 70 figurantes, con edades comprendidas entre uno y 80 años, unos vecinos del pueblo y otros procedentes de otras localidades próximas e incluso la capital hispalense.

Son más de 20 escenas las que se suceden en el enclave, repartidas en tres tematizaciones: la Era, Nazaret y Belén, donde se pueden observar la panadería, lavanderas, tejedoras, una quesería, una granja, el camino hacia Belén, entre otros.

La novedad sigue siendo el gran templo romano que se puede divisar desde diferentes puntos del pueblo y desde la carretera A-476. Se inauguró el año pasado y éste contará con personajes y recreaciones singulares.