Quince personas han muerto y, al menos, otras 29 han resultado heridas este domingo, después de que un atacante suicida hiciera explotar la carga que llevaba en un puesto de control en Bagdad administrado por guardias respaldados por EEUU, informó la policía.

El suicida ha detonado su motocicleta bomba en un control de las milicias iraquíes respaldadas por Estados Unidos en Bagdad y ha matado a un total de 15 personas y ha herido a otras 29.

Entre los fallecidos estaría un dirigente de estas milicias del Despertar en la zona, Faruq Abu Omar. El control atacado estaba situado en el barrio suní de Adhamiya, en el norte de la capital.

El suicida ha conducido su vehículo hasta el control y allí ha detonado el chaleco con explosivos que llevaba, ha indicado la Policía.

"Llevé a mi sobrino al hospital en mis brazos. Él estaba vivo hasta que llegamos al hospital, y su sangre tiñó mi ropa", dijo el tío de Abu Omar, Ahmed Abu Uday, en una conversación telefónica mientras su voz se quebraba por el llanto. "Llevé a 10 personas heridas al hospital en mi automóvil", agregó.

Las fuerzas estadounidenses les pagan a los guardias, conocidos como 'Hijos de Irak', para proteger a los vecinos en aquellos sectores donde las tribus locales se han rebelado en contra de los militantes sunitas de Al Qaeda, que frecuentemente atacan sus puestos de control.

"Pasó lo que temíamos que ocurriera, ya que esta área era un punto fuerte de Al Qaeda en Adhamiya. Los matamos, los capturamos. Los destruimos, y esperábamos que buscaran revancha", dijo Abu Uday.

La violencia en Irak ha disminuido en el último año, pero las fuerzas estadounidenses e iraquíes sostienen que Al Qaeda mantiene la capacidad de ejecutar ataques suicidas.