El radar fijo de Aurín, en la carretera N-330, en el municipio de Sabiñánigo, entra en funcionamiento

El radar fijo de Aurín, situado en el cruce de la carretera N-330, que da acceso a este núcleo del municipio oscense de Sabiñánigo, ha entrado en funcionamiento con el objetivo de incrementar la seguridad y reducir los niveles de siniestralidad en esta intersección, donde se han producido varios accidentes.

La alcaldesa de Sabiñánigo, Berta Fernández, ha explicado que la colaboración entre Administraciones ha sido fundamental para poner en funcionamiento este radar fijo.

La puesta en marcha de esta medida de control de velocidad ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado entre la Subdelegación del Gobierno en Huesca, a través del Ministerio de Fomento; la Jefatura Provincial de Tráfico, y el Ayuntamiento de Sabiñánigo, dando respuesta a una de las peticiones de la Asociación de vecinos de Aurín. El pasado mes de abril se fijó el punto exacto de colocación del radar y ha sido ahora cuando ha entrado en funcionamiento.

Fernández ha dicho que se considera que esta puede ser la medida "más efectiva" puesto que "muchas veces necesitamos un sancionador para que los conductores seamos capaces de ser respetuosos con las normas de circulación".

Por eso, junto con la Subdelegación de Gobierno, el Ministerio de Fomento y Tráfico "se ha decido su instalación para asegurar una mejor fluidez de tráfico y la seguridad para los vecinos".

Este tramo tiene un índice de siniestralidad elevado al tratarse de una recta bastante prolongada con excesos de velocidad por parte de los vehículos que circulan por ella. El radar fijo es una medida provisional, hasta que se construya la rotonda incluida en el proyecto de la variante de Sabiñánigo, en la A-23.

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