Scotland Yard tirará a matar a los presuntos terroristas

La policía británica dice que es «para proteger a los ciudadanos». El Gobierno abrirá una investigación sobre la muerte a tiros de un hombre en el metro
Los padres del joven, con su foto.
Los padres del joven, con su foto.
Foto
Los padres del joven, con su foto.
Primero disparar, luego preguntar. El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, defendió ayer la política de tirar a matar de las fuerzas del orden para afrontar el problema de los terroristas suicidas.

Eso fue lo que hicieron los policías el viernes, cuando –en el marco de una serie de operaciones antiterroristas tras el 7-J y después de las cuatro bombas fallidas en el metro y en el autobús del pasado jueves, sólo estallaron los detonadores– dispararon a un hombre en el metro de Stockwell.

Jean Charles de Menezes, brasileño de 27 años, murió de cinco balazos, aunque no era terrorista. Straw dijo lamentar su muerte, aunque subrayó que es esencial que la Policía afronte la amenaza de los ataques suicidas: «Es profundamente lamentable (su muerte), pero hay que darse cuenta de la presión con la que trabajan los policías».

El jefe de Policía, Ian Blair, pidió disculpas y asumió la responsabilidad del error, aunque dejó claro que no se modificará su política de tirar a matar a sospechosos de preparar o cometer atentados «para proteger al ciudadano».

A la cabeza

De acuerdo con las nuevas instrucciones, la Policía puede disparar a la cabeza en lugar de al pecho o a las piernas para eliminar a un presunto terrorista que presente «un peligro inminente».

No era el caso del brasileño, cuya muerte ha conmocinado a su paí s y ayer motivó un acto de protesta en Londres. El ministro de Exteriores, Celso Amorim, recibió disculpas oficiales y «garantías» de una investigación «porque es muy importante conocer los detalles». El caso ha hecho recordar la operación de Gibraltar en 1988, cuando fuerzas de élite mataron a tres miembros del IRA porque creían que iban a hacer estallar una bomba.

La Policía informó ayer de la detención de un tercer hombre en relación con los atentados frustrados del día 21.

Jean Charles de Menezes, un electricista brasileño de 27 años, que llevaba tres años en Londres, murió de cinco disparos «a bocajarro en la cabeza», según los testigos, cuando estaba en el suelo «como un conejo acorralado». Se saltó el torno del metro y no obedeció el alto.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento