Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, también fue arrestada su madre, de 77 años de edad, por supuestamente colaborar en la venta de las joyas sustraídas y repartirse con ella las ganancias obtenidas.

La investigación se inició el pasado mes de septiembre, después de que la propietaria de una casa denunciara la sustracción de joyas de su dormitorio valoradas en 1.800 euros.

Los agentes del Grupo II de Policía Judicial de Gijón descubrieron que un anillo con brillantes de la denunciante había sido vendido en una tienda de compraventa de Gijón por la empleada del hogar, por lo que, ante esta evidencia, la mujer fue detenida.

A raíz de esta intervención, los investigadores descubrieron que esa mujer había vendido varios lotes de joyas en los últimos tres meses, por lo que los trabajos policiales se centraron en descubrir su procedencia. Estas habían sido sustraídas de los domicilios en los que la mujer había trabajado como empleada de servicios domésticos.

En total, se pudieron individualizar las alhajas sustraídas, que ascendían a más de 12.000 euros, y determinar que se había apoderado de ellas aprovechando que trabajaba en cuatro domicilios.

La otra arrestada argumentaba para vender las joyas que se trataban de piezas de herencia familiar. Ambas arrestadas ya tenían antecedentes policiales y ya habían sido detenidas en el año 2013 por haber cometido hechos similares, al haberse apropiado de joyas valoradas en 24.000 euros en las casas en las que trabajaban.