A pesar de este crecimiento, el número de altas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de autónomos inmigrantes  cae en picado en comparación al mismo periodo del pasado año, periodo en el que la afiliación de extranjeros creció en Castilla la Mancha un 61,1 por ciento.

Ciudad Real ha sido la provincia castellano-manchega que se situó a la cabeza del crecimiento al ver incrementar el número de autónomos extranjeros un 13,6 por ciento. Le sigue Cuenca, con un crecimiento en los seis primeros meses del año del 11,4 por ciento, y Albacete con un incremento del 11,3 por ciento con respecto a diciembre de 2007, lo que se traduce en 93 nuevas incorporaciones, alcanzando en junio de 2008 los 918 trabajadores autónomos inmigrantes.

En torno a la media de crecimiento se situó Toledo, con un crecimiento del 10,8 por ciento (de 2.874 a 3.183 afiliados no españoles al RETA en los seis últimos meses). Por último, Guadalajara (6,9 por ciento) fue la provincia manchega que menos creció en su número de autónomos foráneos a lo largo de 2008.

Empleos por sectores

Según la rama de actividad, el informe elaborado por ATA muestra cómo el más de la mitad de los autónomos foráneos de Castilla-La Mancha (51,5 por ciento) ejerce su actividad en la construcción, seguidos muy de lejos por el 14,3 por ciento de emprendedores extranjeros dados de alta en el sector del comercio; La hostelería es la opción elegida por el 10,8 por ciento de los autónomos foráneos castellanomanchegos, y las industria manufacturera por el 5,9 por ciento de los mismos.

Más de la mitad (el 56,06 por ciento) de los autónomos extranjeros dados de alta en el RETA en Castilla la Mancha proceden de Rumania, porcentaje muy superior a la media española, donde los autónomos rumanos representan el 20,36 por ciento de los emprendedores extranjeros. Les siguen los trabajadores por cuenta propia procedentes de Marruecos (un 8,04 por ciento), de China (6,22 por ciento) y de Colombia, un 5,94 por ciento.

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