Regreso a La Movida a través de los ojos de Alix, Leele, Trillo y Pérez-Mínguez

  • Foto Colectania acoge la exposición 'La Movida. Crónica de una agitación' hasta el 12 de febrero.
  • Reúne el trabajo de estos cuatro fotógrafos que vivieron y documentaron ese importante momento histórico.
Madrid, 1982. Miguel Trillo
Madrid, 1982. Miguel Trillo
MIGUEL TRILLO
Madrid, 1982. Miguel Trillo

Decía el fotógrafo Pablo Pérez-Mínguez (Madrid, 1946 - 2012) que allá “donde haya tres personas con ganas de hacer algo juntos hay una movida”. Así justificaba y explicaba el fervor creativo que eclosionó en la capital en los primeros años ochenta y que, bautizado como La Movida, acabó por dar forma a una de las épocas más coloridas, modernas, singulares y con mayor legado cultural de la España del siglo XX.

Sus imágenes y las de otros tres fotógrafos fundamentales que vivieron en primera persona y documentaron aquel momento histórico - Alberto García-Alix (León, 1956), Ouka Leele (Madrid, 1957) y Miguel Trillo (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1953)- dan forma a la exposición La Movida. Crónica de una agitación, que recala hasta el 12 de febrero de 2010 en Foto Colectania de Barcelona.

Antes de esta parada barcelonesa, la muestra fue una de las principales apuestas del prestigioso festival de fotografía Les Rencontres d´Arles, donde se estrenó el pasado verano con motivo de su 50 aniversario consiguiendo un notable éxito de público y crítica. De hecho, una de los reconocibles autorretratos coloreados de Ouka Leele, con tocado de limones y sorbiendo de una pajita, fue la imagen seleccionada para protagonizar el cartel de esta significativa edición.

Comisariada por Antoine de Beaupré, Pepe Font de Mora e Irene de Mendoza, ellos mismos explican así los motivos de esta exposición colectiva que reúne a estos cuatro protagonistas de excepción: “todos ellos formaron parte de La Movida, convivieron y se encontraron en diferentes ambientes, pero lo excepcional es que cada uno la vivió y fotografió con una energía irrepetible y aproximándose desde polos radicalmente diferentes”.

De esta manera, en las salas de Foto Colectania conviven copias de época de García-Alix, los originales coloreados de Leele y los cibachromes de Pérez-Mínguez y Miguel Trillo, acompañados además por una selección de materiales que contextualizan aquel momento como vinilos, fanzines o carteles, así como una proyección de actuaciones musicales y un ciclo de películas que complementan los universos de estos creadores.

Las obras de la exposición pertenecen a los propios fotógrafos y a la Colección Adolfo Autric, y tanto García-Alix como Leele y Trillo han participado activamente en la selección de los trabajos que se presentan.

Las fotografías de primera época de Alix, por ejemplo, testimonian cómo se transformó la calle y los personajes que la habitaban durante aquellos años. Una nueva generación, que también sufrió las terribles consecuencias de la droga o del sida. “Veníamos a finales de los 70 a Barcelona, donde estaban las últimas tendencias, que alimentaron nuestra creación, hasta que en 1978 hubo una eclosión juvenil en Madrid”, recordaba en Premio Nacional de Fotografía de esa época de la Transición con la que se quiso recuperar la libertad perdida durante varias décadas de dictadura y que fue el caldo de cultivo para un nutrido grupo de creadores de campos como la música, la moda, el diseño, el cine, la pintura o la fotografía.

García-Alix reconocía también que tuvieron “la suerte de estar en el momento adecuado y en el tiempo adecuado” y que se arrepiente de “no haber hecho más fotos y no haber tenido conciencia de la importancia de aquello”.

Las imágenes de Trillo, cuyo epicentro fueron los conciertos de aquellos años, retratan a la juventud del momento, agrupada en tribus urbanas y gustos musicales. “Había una vida nocturna en Madrid que no había existido en los 70. Sin la música y la aparición de aquellos grupos no habría tenido sentido”, señala aunque reconoce que “los grupos siempre hacían lo mismo pero en el patio de butacas, en la arena de la plaza, el espectáculo era nuevo cada vez”.

Por su parte, una jovencísima Ouka Leele experimentaba un lenguaje propio con fotografías en blanco y negro que posteriormente coloreaba con acuarelas y el desaparecido Pérez-Mínguez se convertía en uno de los grandes retratistas de la Movida fotografiando en sus estudio a muchos de sus protagonistas como la cantante Alaska o el cineasta Pedro Almodóvar.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento