El retraso del inicio de la temporada a causa del mal tiempo, la crisis económica y la competencia de los vendedores ilegales están afectando a los chiringuitos de las playas urbanas de Barcelona.

Los representantes  de los bares playeros han detectado este año un aumento de 'lateros' a pesar de la presencia policial, denuncia la Asociación de Chiringuitos de Barcelona.

"Lo hacen sin  ningún tipo de vergüenza y a pocos metros de los chiringuitos", explica el presidente de la asociación, Eudald Lligoña.

Más policía a pie

Los hosteleros consideran que la actual presencia de policías no es "suficientemente eficaz" ya que, según dicen, patrullan en motocicleta por el paseo marítimo "sin casi tocar la arena".

Para Lligoña hacen falta más policías que patrullen a pie.

La crisis también está afectando a los restauradores ya que los bañistas prefieren comprar las bebidas a los vendedores ilegales.

Por otra parte, la asociación de chiringuitos sigue reclamando al Institut de Parcs i Jardins que autorice una prolongación de sus horarios nocturnos. Los bares de la playa de la Barceloneta han de cerrar a medianoche y, el resto, a la 1.00 horas.