Así lo ha apuntado la CHE en una nota de prensa, en la que detalla que las conclusiones del citado documento destacan que la ladera "no tiene movimiento significativo", al tiempo que han recordado que todas las laderas registran cierto desplazamiento y que nunca se puede registrar una actividad cero.
En el caso de Yesa, según la clasificación internacional de movimiento, su ladera "se corresponde con el umbral más bajo, denominado como extremadamente lento", ha asegurado la CHE.
En el nuevo informe, publicado la semana pasada en la web del organismo, se recoge la información de los elementos de control, entre puntos de observación topográfica y inclinómetros, que monitorizan la ladera y de los que se realiza un seguimiento continuo, con mediciones semanales que permiten conocer cualquier variación.
De este modo, los datos constatan que no se ha registrado ninguna variación en las conclusiones desde que se realizaran las actuaciones de estabilización en 2013 y, por ello, el documento sigue la misma línea que los anteriores informes. De esta forma, se avala que la ladera donde se asienta la presa actual y la presa recrecida se encuentran en situación de normalidad.
Además, la CHE ha señalado que se encuentra ejecutando las actuaciones que complementan las obras de estabilización de 2013, "que permitieron normalizar la situación de la ladera", y que se centran en la excavación de la zona donde se ubicaban las urbanizaciones de Lasaitasuna y Mirador de Yesa. A esto se sumarán las actuaciones previstas de impermeabilización y drenaje de la ladera.
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