Este guiño a Urbanismo supondría que de las 4.000 casas nuevas proyectadas en un principio, sólo se construirían un máximo de 3.500, de las que 1.500 serían para los vecinos que ya viven en el barrio y 2.000 para la venta libre.
Más de 200 firmas
López Rejas, que sustenta el proyecto en el apoyo vecinal, ya tiene firmado el consentimiento de 230 de los 1.030 propietarios. Para aumentar el ritmo de adhesiones ha abierto una oficina en La Paz donde, en persona, atiende a los interesados todos los días.
El resto de casas, 450 en concreto, son del Instituto de Vivienda y Suelo. El promotor dijo que ha mantenido conversaciones con este organismo, pero asegura que «el proyecto depende exclusivamente del sí de los vecinos».
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