Mañana será la última noche para disfrutar del mejor jazz internacional a los pies del sexitano castillo de SanMiguel. Tras una intensa semana de actuaciones, con artistas de todos los estilos y latitudes, desde el africano Richard Bona, al cubano Roberto Fonseca pasando por el brasileño Ivan Lins y por supuesto los artistas estadounidenses, cuna del jazz y mayoría en el cartel, la vigesimoprimera edición de Jazz en la Costa toca a su fin con dos conciertos que dejarán un gran sabor de boca en los aficionados hasta la edición del año que viene.

Esta noche, BettyLavelle, que podría haberse convertido en Aretha Franklin.A comienzos de los años sesenta, con 16 primaveras, Betty tuvo su primer éxito, My man-he's a lovin' man. Después vendría su canción más popular, Let Me Down Easy. Para no hacer sombra a la estrella de la casa, Aretha Franklin por entonces, su compañía Atlantic se negó a publicar su primer disco, Child of the Seventies. Relegada al ostracismo, su prometedora carrera se fue diluyendo hasta que en los noventa fue descubierta de nuevo y demostró su carisma en vivo.

Y de una diva sin padrinos a un virtuoso con más referencias que el Espasa, Terence Blanchard.Un trompetista discípulo de Ellis Marsalis, al que su hermano Wynton incorporó a los Jazz Messengers de Art Blakey. Fogeado con los grandes, Blanchard es de esos jóvenes con alma de viejo clásico gracias a su elegancia y toque fino. Colaborador en las bandas sonoras de las películas de Spike Lee, la música de Blanchard tiene pasajes de gran lirismo.Un broche de oro para el festival de jazz.

Antes de cumplir los veinte años, BettyLavelle estuvo de gira con James Brown nada más y nada menos. El padrino del soul fue su mejor tutor en lo que a actitud escénica se refiere. Su carisma está heredado de uno de los más grandes de siempre. Los conciertos serán en el parque del Majuelo (avenida de Europa, s/n) de Almuñécar. Las entradas cuestan 12 euros.

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