El gerente de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF) investigada por el caso funeraria, Juan Antonio Valdivia, aprovechó su posición en la compañía para beneficiar a otra empresa de la que es propietario, Would Wood. Lo hizo al menos en una ocasión, cuando la funeraria compró 1.387 ataúdes ecológicos a su propia empresa sin ninguna adjudicación ni convocatoria de concurso, según publica el diario El País.

Esta actividad sería ilegal, ya que la EMSF era una empresa semipública y, como tal, estaba obligada a abrir concursos para llevar a cabo cualquier operación empresarial, como la compra de esos ataúdes. Sin embargo, Valdivia defiende que no cometió ninguna irregularidad ya que "por tratarse de transacciones recurrentes o servicios o bienes específicos, la sociedad entiende que no deben estar afectados por la ley de contratos de las administraciones públicas".

Esta presunta irregularidad ha salido a la luz tras una denuncia efectuada por José Ignacio Rodrigo, antiguo socio de Valdivia y su más acérrimo enemigo en la actualidad. La lucha por el control de Funespaña es el motivo de su enfrentamiento, después de Valdivia conspirara para apartar a Rodrigo de la presidencia de la compañía, a pesar de tener el 29% de su propiedad.