Un millar de personas, más de la mitad de los habitantes de Huétor Santillán (Granada), han arropado y consolado hoy durante el funeral a los familiares de los tres jóvenes de entre 16 y 22 años fallecidos en un accidente de tráfico ocurrido el miércoles por un exceso de velocidad.

En la Plaza de la Constitución, donde por deseo de las familias se han celebrado de forma conjunta las honras fúnebres, los bancos instalados frente al altar se han ido ocupando con antelación para recibir con aplausos los tres féretros, portados a hombros desde la Casa de la Cultura, donde han sido velados.

Comercios cerrados, banderas a media asta con crespones en el balcón del pequeño Ayuntamiento por los tres días de luto decretados por el alcalde, un sol abrasador y chicos con camisetas negras acompañados de sus padres y abuelos y un silencio apenas roto por algún sollozo de los familiares han acompañado la misa funeral, oficiada por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.

El prelado ha lamentado las muertes "tan prematuras" de Christopher S.L., de 16 años, quien estaba disfrutando de las vacaciones escolares; Iván R.C., que acababa de cumplir 18 años y preparaba junto a sus amigos una fiesta el sábado para celebrarlo e Iván H.B., de 22.

También ha pedido a Dios que "devuelva" a su familia y amigos a Rafael H.G., de 27 años, quien conducía el turismo cuando tras salirse de la vía en una curva se empotró contra un camión de recogida de basuras estacionado en la carretera comarcal A-4003. Este joven continúa en coma y con respiración asistida en la UCI del Hospital de Traumatología de la capital granadina, según han informado fuentes sanitarias.

"No los habéis perdido para siempre; os lo prometo, os lo juro", ha dicho Martínez, quien ha asegurado a los familiares de los fallecidos que "están acogidos por Dios y un día os reencontraréis, sin dolor ni luto".

En un sermón breve porque "no es momentos de discursos, sino de abrazaros y daros la mano", sí apuntó la necesidad de reflexionar próximamente sobre "hasta qué punto entre todos se ofrece a los jóvenes ideales que les permitan vivir con alegría".

El arzobispo de Granada ha querido oficiar el funeral, en el que ha estado asistido por varios sacerdotes, porque, según ha explicado, hace unas tres semanas confirmó en Huétor Santillán a un grupo de jóvenes y, al conocer la muerte de los tres chicos, la sintió "como un amigo".

Un pueblo conmocionado

Este pueblo, situado a 12 kilómetros de la capital y con unos 1.750 habitantes, vive conmocionado desde ayer por este trágico accidente que, según el informe de la Guardia Civil, se produjo por exceso de velocidad en un tramo de curvas, a la salida de la localidad, en el que no se pueden sobrepasar los 40 kilómetros por hora.

Junto a otros dos vehículos se dirigían, poco antes de la medianoche, a la localidad de Beas para disfrutar de un rato de ocio en una noche calurosa; el conductor del turismo siniestrado había obtenido recientemente el carné de conducir.

Hoy los vecinos, abrumados por el dolor, se preguntan, tal como hizo ayer su alcalde, Francisco Martínez, cuándo se mejorará la carretera, en la que el año pasado se registraron dos siniestros sin víctimas y donde en los ochenta fallecieron cuatro personas en un accidente, por lo que no descartan movilizaciones para conseguirlo.

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