Dice que sus ilustraciones «están hechas con la sabrosa suciedad del lápiz». Conservan los rayajos del niño, pero con una delicadeza y con una expresividad que transmiten su paso por la vida y que se te cuelan muy adentro. Noemí Villamuza (Palencia, 1971) –accésit de Ilustración Injuve e ilustradora de maravillas bibliográficas como Encender la noche (Ed. Kókinos), Libro de nanas (Ed. Media Vaca) y El festín de Babette (Ed. Nórdica)– dibuja a partir de lo que lee, mira y huele, y aquí lo hace a partir de un número: el dos. Empareja todo lo que se le cruza, objetos, niños y animales, con planos atrevidos, bellas composiciones y universos desnudos pero llenos de vida.

Madrid / Lib-rería Panta Rhei / Hasta el 31 de julio / www.panta-rhei.es