Se trata de una versión moderna o "casi cubista" de la clásica baraja española.

El certamen ha despertado interés en escuelas de diseño gráfico de todo el mundo y hasta la empresa han llegado barajas desde países como Venezuela, Chile o Argentina.

El ganador recibirá mil euros en metálico, además de ver estampado su diseño en la mítica baraja española.

El segundo premio ha recaído en María Luisa Monferrer, de Madrid, y el tercero se ha quedado en Vitoria, ya que ha ido a parar a Samuel García, residente en la capital alavesa.

El jurado ha destacado el gran nivel de todas las barajas presentadas a concurso, lo que ha dificultado la tarea de seleccionar un único vencedor.

Además de este concurso, Fournier ha organizado otras iniciativas para la conmemoración, como la presentación de una réplica de la Catedral Santa María, realizada con naipes Fournier, prevista para otoño.

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