Refiriéndose a las 113 piezas que el Obispado de Barbastro-Monzón reclama al de Lleida y sobre las que la Iglesia siempre ha dado la razón a la parte aragonesa, Heras aseguró hoy que "el sentimiento que allí se tiene es de agravio y el gesto que procede jugar es la devolución de las piezas a su legítimo propietario, lo que ha declarado siempre la justicia canónica, y posteriormente, una vez que se cumplan las resoluciones de la justicia, llegar a un acuerdo para que las piezas puedan ser visitadas y exhibidas en los dos territorios; esa es la solución al asunto", afirmó.

Según Heras, es una solución política en el fondo, pero previamente a esa salida política es necesario un gesto. "Y ese gesto no puede ser tan difícil, se trata de cumplir con la resolución", afirmó. El alcalde hizo estas declaraciones en el Ayuntamiento de Lleida en el transcurso de una visita en calidad de presidente de la asociación Domus Templi, que reúne a las ciudades de castillos templarios.

Relaciones entre Lleida y la Franja

Heras explicó que las resoluciones eclesiásticas apuntan que las obras tienen que ir a dos sedes, el Palacio Episcopal de Barbastro y la Casa de Servicios Diocesanos de Monzón, pero se mostró partidario de buscar un acuerdo político entre las dos comunidades autónomas.

Según el alcalde, la relación de Lleida y la Franja aragonesa está presente en el comercio, porque muchos aragoneses compran en Lleida y muchos leridanos en la Franja y en otros ámbitos, como el sanitario ya que son muchos los oscenses que son atendidos por los servicios sanitarios leridanos.

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