Valladolid es la provincia de España con menos superficie en riesgo de incendios, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente.

En concreto son 147.276 hectáreas las que se considera tienen un mayor peligro de ser pasto de las llamas, lo que supone un 16% de la superficie total (748.766 hectáreas).

Esta cifra está muy lejos de la media nacional, ya que el 65% de la superficie española se encuentra dentro del catálogo de Zonas de Alto Riesgo de Incendios (ZAR).

En la región, más riesgo

Incluso, las condiciones que se dan en la provincia son mucho más favorables que en Castilla y León donde más de la mitad de los nueve millones de hectáreas que tiene la región (el 57%) son susceptibles de padecer un gran fuego.

La situación en otras comunidades es mucho más preocupante y, por ejemplo, en Murcia o la Comunidad Valenciana casi toda la superficie está en alto riesgo (el 99,04%).

Esta especie de catálogo que se elabora con los datos de las distintas administraciones autonómicas sirve para crear un plan especial de prevención y actuación en cada una de las zonas, tal y como indica la ley de montes.

Verano complicado

Pese a que las zonas arboladas y forestales se consideran siempre lugares proclives a sufrir un fuego este año todavía existe mayor peligro debido a las cuantiosas lluvias de la primavera.

«Con el agua se ha producido un mayor crecimiento de la biomasa forestal, que en cuanto empiece a hacer calor se secará, con el riesgo que conlleva», explica el director general del Medio Natural y Política Forestal del Ministerio, José Luis Herranz.

«Sin embargo, nunca se puede predecir a ciencia cierta, ya que hay otros muchos factores como el viento que también influyen en los incendios», subraya.

Inversiones regionales

En Castilla y León se van a invertir 500.000 euros para tomar medidas especiales en las zonas de la región donde hay más riesgo de sufrir un incendio.

Además, se destinarán cuatro millones para la prevención.

Por si acaso se originase un gran fuego, a parte de los medios con los que cuenta la región, el Estado posee 71 unidades aéreas para la extinción de incendios con aviones anfibios, helicópteros y aviones de coordinación. En tierra hay 516 profesionales distribuidos por toda España, aparte de todos los voluntarios.

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