Javier Sánchez trabajaba como jardinero en el Parque María Luisa de Sevilla cuando decidió ‘inventar’ algún artilugio que acabara con sus dolores de espalda cada vez que usaba la pala, el rastrillo, el azadón...

«Había estado varias veces de baja por problemas de espalda y no podía seguir así. Un día cogí un palo con forma de tirachinas y, tras mirar a todos lados no fuera a verme el capataz, lo coloqué en el rastrillo para no tener que estirar el brazo doblando la espalda. Y ¡Eureka!, de ahí surgió la idea», dice Javier.

Muchos consideran que está a la altura de otros inventos españoles como la fregona o el chupa-chups. «A todos aquellos que lo han utilizado les ha gustado. Yo llevaba una pala en el coche con este mango accesorio y cada vez que veía a algún obrero le pedía que lo probara y me diera su opinión», cuenta.

Hizo varios prototipos hasta lograr el actual Supermang. Lo fabrica una empresa vasca y se comercializa en la web www.supermang.net. Además, el Instituto de Biomecánica de Valenciaha elaborado un informe en el que recoge que este invento reduce en 25% el esfuerzo en espalda, cuello, brazos, pierna, muñecas y manos.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE SEVILLA