Tras afectar al día a día de decenas de sectores, el paro en la pesca obliga ahora a hacer otros planes para una de las fechas más señaladas en el calendario coruñés: la noche de San Juan. Dos de las grandes sardiñadas más populares de la ciudad, en Monte Alto y Lonzas, se caen de un programa de actos del que llevan formando parte varios años ante la escasez de mercancía y un precio al doble del habitual.

«A verdade é que están prohibitivas», asegura David Pena, presidente de una agrupación vecinal que ha repartido en el Campo de Marte 600 kilos sólo en la última noite meiga. Multiplicar ahora esa cantidad por los seis euros que se piden en las plazas (donde el producto se cuenta por decenas) «malamente» da para pensar en ‘homenajes’.

Hasta dos mil kilos

La agrupación ha trasladado la cita a septiembre y a la Torre, donde ya organizaron algo similar en 2007. Sus vecinos de Lonzas acabarán este San Juan con una tradición de siete años, y se quedarán sin una cita en la que se han repartido hasta 2.000 kilos de sardinas en una noche.

El bar Trébol II no sacará la parrilla a la calle, aunque los dueños lo intentarán en agosto. Mientras, otros barrios buscan otras alternativas y trabajan «a contrarreloj» para organizar churrascadas, como la agrupación vecinal de O Ventorrillo, que ya ha descartado las sardinas.

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