La posibilidad de que Ana Obregón se encuentre en el gimnasio con su ex, el polaco Darek , ha dejado de ser lo más relevante para las decenas de reporteros que se agazapan por los alrededores de las instalaciones deportivas a la caza de una exclusiva o una imagen de la actriz.

Ahora, el interés que ésta despierta tiene más que ver con un asunto espinoso: el de la información vertida por Interviú en la que se acusa a la presentadora y bióloga de haber encargado dar una paliza al presentador Jaime Cantizano.

De cualquier gesto de la actriz se intenta descifrar alguna verdad.

Ana Obregón, sabedora que la expectación que despierta, no se despega de su móvil, bien para evitar el abordaje de las preguntas de los periodistas, bien por su afición a este aparato.

Tampoco ha dejado de acudir con regularidad al gimnasio y, como se ve en las imágenes, puede presumir de lucir tipo y estar en buena forma.

El ejercicio y el trabajo -participa en dos capítulos de Hospital Central- la ayudan a sobrellevar "el calvario" -como ella misma lo definió durante una entrevista en El programa de Ana Rosa- que está atravesando.