Abrió sus puertas en 1982 y desde entonces, Fuensocial, fundado por una asociación de padres, no ha dejado de ayudar a niños con algún tipo de discapacidad física, intelectual o sensorial a abrirse camino en los tiempos que vivimos. No en vano, un duro trabajo que anualmente cuenta con reconocimientos públicos como el conseguido en los IV Premios Solidarios que cada año otorga la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, dentro del apartado de Cooperación Humanitaria Local. Un premio cuya dotación económica, 4.029,21 euros, se destinará a equipar el nuevo centro de Fuensocial en Fuengirola.

El actual edificio de la asociación, al que acuden 300 personas diariamente entre niños y jóvenes, principalmente, para someterse a rehabilitación, fue levantado por los propios padres y gente voluntaria los fines de semana. “Lo hicimos entre todos”, resalta con orgullo la directora del centro, Mercedes Campoy, quien en aquella época era concejala de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Fuengirola, y se involucró tanto en el proyecto que dejó la vida política para dedicarse en cuerpo y alma a Fuensocial. Gracias además a la donación de material de obra por parte de empresas de la zona y donativos económicos de particulares e instituciones.

Un total de 41 trabajadores, en su mayoría terapeutas, ayudan en su desarrollo a niños procedentes de toda la Costa del Sol y de distintas nacionalidades, desde rusos, pasando por marroquíes a latinos.

Ayuntamientos y la Junta de Andalucía aportan ayudas económicas para pagar la cuota de matriculación del centro, pero las cuantías son insuficientes para pagar el coste que supone la intensa labor de Fuensocial, donde la necesidad de material didáctico especializado es imprescindible

El edificio cuenta con piscina cubierta, centro de desarrollo infantil y atención primaria y de atención psicológica, donde desde que son bebés y hasta que alcanzan los 6 años, los menores están en manos de un equipo de profesionales que ayudan al pequeño a través de logopedia, estimulación psicomotricista, fisioterapia, integración sensorial, hidroterapia y atención social.

Además, de talleres de formación profesional para que cuando sean adultos puedan desenvolverse con un trabajo como encuadernación de libros, carpintería o cerámica, Fuensocial posee una residencia de adultos. Con un total de 14 camas, esta planta del edificio ofrece servicio asistencial de internado a personas con discapacidad intelectual, con cierta autonomía personas y que puedan realizar una actividad prelaboral y cotidiana. También, existe una unidad de estancia diurna con capacidad para 12 personas.

Sin embargo, las dependencias se han quedado pequeña y desde hace varios años, la asociación viene recaudando dinero a través de distintas iniciativas a fin de abrir las puertas de un nuevo edificio a pocos metros del actual, que dote de más capacidad al centro y separe las dependencias de la unidad de día y la residencia de adultos, de las áreas dedicadas a la población infantil.

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