Desde ayer martes a las cinco de la tarde, los alumnos de bachillerato han vuelto a las aulas para recibir clases de apoyo de sus profesores, todos ellos empeñados en demostrar que la enseñanza pública tiene calidad y profesionales muy trabajadores a pesar de la falta de medios.

La mayoría de los estudiantes se presentarán a partir del día 10 a las pruebas de selectividad. Repasaron anoche las asignaturas más difíciles, tales como matemáticas, comentario de textos, idiomas y ciencias. Los docentes habían preparado clases de relajación y de yoga para que sus alumnos pudieran aprender a soportar la presión de los exámenes. Entre 100 y 150 chavales de media hubo a lo largo de la tarde en las aulas.

A partir de las ocho y media acudieron los padres y madres a los institutos donde se había preparado en cada uno de ellos una charla-coloquio sobre la Ley de Educación, su aplicación en la Comunidad Valenciana y las carencias en materia educativa que se sufren en los centros públicos del territorio autonómico.

Estaba previsto que sobre las diez de la noche, todos los participantes en el encierro compartieran una cena del sobaquillo. En cada centro se planificaron distintas actividades hasta la medianoche, momento en que muchos alumnos y padres se marcharon a casa, y muchos otros optaron por pernoctar en los institutos.

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