El conseller de Medio Ambiente de la Generalitat, Francesc Baltasar, ha anunciado que el Gobierno catalán ha pedido al Estado la derogación del Real Decreto Ley que preveía construir una tubería para trasvasar agua del Ebro hacia Barcelona porque "está superada la situación de sequía que lo provocó".

De esta manera no se hará el trasvase ni las medidas hídricas previstas ya que el estado de los embalses del sistema Ter-Llobregat es en estos momentos del 54,1%, practicamente el mismo que hace un año, cuando estaban al 56%. Hace dos meses estos embalses estaban al 20,3% de su capacidad.

En los municipios de Barcelona y su área metropolitana que son abastecidos por la cuenca del Ter-Llobregat se ha rebajado el estado de excepcionalidad al nivel 1 que restringe el uso de agua en fuentes ornamentales y reduce el riego de parques y jardines con agua potable. Se podrá, sin embargo, llenar las piscinas privadas.

Seguir ahorrando agua

Los ayuntamientos de estos municipios deberán promover entre sus habitantes la sensibilidad por el ahorro del agua. "No hay que bajar la guardia y mantener una cultura de ahorro del agua", ha dicho el conseller Baltasar.

Una de las medidas que también conlleva la decisión del Gobierno catalán es que se anulara la línea de barcos entre Tarragona y Barcelona para traer agua potable. Los dos barcos que forman esta línea traerán ahora agua desde Marsella aunque el objetivo ahora de la Generalitat es "la rescinsión" del contrato que obliga a traer agua ya contratada hasta el 15 de agosto.