Actualmente, la Fundación Raquel Chaves, promotora del Museo Gallego de la Infancia, el Juego y el Juguete (MuGaIn), cuenta con más de 12.000 piezas con las que jugaron nuestros abuelos y sus antepasados. De hecho, la pieza más antigua que tienen presume de 2.200 años de antigüedad y procede de un pueblo italiano llamado Torrita Tiberina.

Pero también hay piezas de Japón, de Argentina y, cómo no, juegos elaborados en la propia ciudad de Vigo entre los años veinte y cuarenta. Hace unas semanas, la Fundación recibió un importante lote de juguetes de los años setenta procedente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (con sede en Alicante).

Tras una exposición en el museo Verbum, cuya culminación sería la puesta en marcha del Museo Gallego del Juguete en el mismo local, la cosa se ha paralizado y parte de los fondos se han quedado allí: encerrados en una habitación y en los bajos del propio centro.

El resto de las piezas están repartidas por varios espacios de la ciudad, propiedad de particulares, que los ceden temporalmente hasta que el museo se ponga en marcha. Pero el tiempo se ha alargado demasiado.

Muñecas, cocinitas, coches, trenes, arrastres, aviones, peonzas... Todos los juguetes están representados en esta colección que, aunque nunca saldrá a la venta, su precio en el mercado podría alcanzar cifras astronómicas.

Antonio Chaves, presidente de la Fundación, explica que uno de los submarinos de juguete que hay en la colección se subastaba, hace algunos años, por más de ocho millones de pesetas en Alemania.

Además de los juegos, esta espectacular colección se completa con libros y cuadernos dedicados a los niños y a su infancia.

Cuidados muy especiales

El cuidado más especial que deben recibir las piezas de esta colección es el propio juego. Cuando se realizan las exposiciones, algunas vitrinas se abren para que niños y mayores vean cómo se manejan los juguetes.

La salitre y la humedad de Vigo son los peores enemigos de estas piezas, por lo que el movimiento y el mantenimiento de las mismas es muy importante. La Fundación Raquel Chaves lleva más de 20 años coleccionando juguetes y en ella hay ejemplares con los que jugaron Lorca y Machado. Esos entretenimientos se mezclan con Barbies más actuales, que sólo tienen meses, pero que tienen también su sitio en la colección.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VIGO