Cada vez hay más coches y menos espacio para dejarlos. Según los datos del Ministerio de Fomento, en la provincia de Pontevedra hay algo más de 317.000 familias, que tocan a más de un coche por cada una de ellas, pues actualmente el parque de vehículos está formado por casi 350.000.

Además del ruido o los gases que emiten a la atmósfera, el problema de este desfase es dónde dejarlos. Pues aquí, uno de cada tres deberá quedarse en la calle, expuesto a las inclemencias meteorológicas o a los posibles ladrones: de los más de 317.000 hogares, el 32,1% no dispone de plaza de garaje.

Los más afortunados son el 23,3% de los hogares restantes, que cuentan con más de una plaza de garaje propia. Mientras, el 44,6% tiene sólo una.

Doble fila

Con este panorama, encontrar un hueco en la calle para dejar el coche se convierte en una misión casi imposible. Una de las zonas más conflictivas está en el entorno de Povisa. Allí, los vecinos conviven a diario con la doble fila. «Éste es un barrio que creció mucho y gran parte de los edificios que se han hecho no tienen plaza de garaje», señalan desde la asociación de vecinos Doutor Fleming.

La saturación afecta también a otras zonas, como la calle Venezuela, el Casco Vello, Jenaro de la Fuente o el entorno de la Alameda, entre otras.

Menos zonas por la humanización

La humanización de la zona centro de Vigo ha supuesto la eliminación de 1.211 plazas de aparcamiento en superficie en el entorno de la Alameda y en la calle Churruca. Esto sólo en dos años, pero el futuro no pinta mejor. Con la reforma de los alrededores de Povisa habrá 1.156 puestos menos en la calle para poder aparcar el coche. El proyecto de mejora de este barrio incluye la peatonalización de la calle Zamora, por donde sólo podrán pasar los vehículos de los residentes. La calle Barcelona, por su parte, cambiará de sentido para la línea Circular Inversa de Vitrasa. La alternativa para los conductores son los aparcamientos, pero no estarán terminados hasta 2010.

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