La lluvia torrencial y copiosa que cayó la noche del miércoles al jueves inundó los bajos del Pabellón Puente de la Expo y provocó filtraciones en los subterráneos de Ranillas, según confirmaron responsables de la muestra. Y las previsiones meteorológicas anuncian tormentas similares al menos hasta la próxima semana.

La lluvia, que descargó durante casi una hora, creó goteras y filtraciones en todo el sistema de sótanos que hay bajo el recinto de la Expo y obligó a paralizar muchos de los trabajos que se estaban realizando en ese momento, la mayoría de remates y de acondicionamiento.

El agua amenazó también a la zona del Iceberg e incluso corrió peligro el Faro, que ya ha tenido que ser reparado en varias ocasiones debido a las precipitaciones. Desde hace una semana se ha cubierto con una lona impermeable para evitar los problemas derivados de las lluvias, que ya crearon goteras en su estructura de adobe y barro.

Las mayores afecciones, no obstante, se produjeron en los accesos al Club Náutico, fuera del recinto de Ranillas, y en los trabajos de retirada de las penínsulas que se han levantado en el río para construir los puentes.

El director general de Operaciones de la muestra, Jerónimo Blasco, aseguró que, a pesar de las lluvias, todos los trabajos estarán listos a tiempo para la inauguración. «Sólo hay dos países en riesgo de no llegar, uno del Este y otro de África, pero confiamos en que no haya problemas», señaló.

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