La crisis que vive la economía empieza a cebarse con los más necesitados. La entidad benéfica con mayor volumen de atenciones a personas necesitadas de Valencia, Casa Caridad, registró el año pasado un aumento del 9% en sus atenciones, hasta alcanzar las 209.074.

La novedad más alarmante es el aumento de jóvenes valencianos entre sus usuarios habituales. «Normalmente tienen problemas de drogas, lo que les provoca desarraigo familiar y enfermedades mentales, y acaban en la calle», comenta la gerente del centro, Guadalupe Ferrer. Sus edades van de 20 a 40 años, y temen que la dinámica vaya a más en los próximos años.

El segundo colectivo más perjudicado por la crisis es el de los inmigrantes parados, muchos de los cuales acaban sin recursos. «Cuando hay crisis detectamos un aumento importante en la demanda de servicios, pero nuestros ingresos disminuyen», explica el presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova. Dentro de su cartera de servicios, lo que más demanda genera es el