Refiriéndose a las casas construidas total o parcialmente con madera alguien dijo que se dividían en tres clases: las que habían tenido termitas, las que las tenían y las que las iban a tener.

Si nuestro hogar tiene vigas, techos o revestimientos de madera puede que esté en peligro.

Una de cada veinte casas de este tipo se ve infectada de termitas. Los cimientos de cemento no las detienen, pues sólo precisan de una diminuta grieta para entrar. Cada colonia de termitas puede llegar a tener un millón de habitantes.

Las termitas viven en colonias subterráneas y fabrican túneles para buscar alimentos.

Necesitan humedad y no pueden vivir dentro de la estructura de madera de nuestra casa; por ello perforan en todas direcciones.

Los daños que pueden ocasionar son mucho más graves de lo que imaginamos.

Consejos útiles

Eliminar todo contacto de las piezas de madera con el suelo.

No permitir que se acumule humedad alrededor de los cimientos de la casa, para lo cual habremos de comprobar regularmente los grifos, las tuberías y los desagües del aire acondicionado.

No almacenar leña ni piezas de madera cerca de los cimientos. La madera atrae a las termitas, pues se su alimento primordial.

No guardar cajas de cartón en el suelo del garaje. Si precisamos almacenarlas es mejor que lo hagamos en alto y preparemos alguna estantería para ello.

Asegurarnos de que todas las juntas de paredes y techos están bien selladas. Para ello usaremos materiales plásticos o que no incluyan celulosa.

En manos de profesionales

Existen compañías de control de epidemias que pueden lograr que nuestra casa no les resulte tan apetecible a las termitas.

La mejor forma de ahuyentarlas es emplear un termiticida en el suelo de nuestro jardín y en los alrededores de la casa en general.

La eficacia de los productos químicos que se emplean para el control de las termitas puede variar entre siete y treinta años.