Pisar el acelerador en zonas donde hay radares o beber más de la cuenta cuando uno sale de comida o cena se convirtió en una pesadilla para cientos de conductores valencianos puesto que la Jefatura Provincial de Tráfico tramitó 175.000 denuncias durante 2007.

A este respecto hay muchos conductores que no se mostraron conformes con la sanción y alegaron. Según los datos que barajan desde Tráfico representa un 30% del total de multas, lo que supone 52.500 de ellas, como explicó el subjefe de la jefatura, Emilio Sebastià: «Se suele admitir a trámite, no llega al 7% de las sanciones, y se les de la razón a una minoría, puesto que el alcoholímetro y el radar nunca falla».

Las que tienen una mínima posibilidad de que acaben dándole la razón al conductor es cuando se salta alguna norma de circulación no tan obvia, como por ejemplo, realizar algún adelantamiento indebido, o no respetar alguna señal de circulación.

Para realizar las alegaciones los particulares se pueden acercar directamente a la Jefatura de Tráfico, aunque lo que se pretende dentro de unos dos años, «es que tanto este procedimiento como el de gestionar las matriculaciones, altas bajas y el pago de multas se pueda realizar por Internet, y acudir físicamente cuando exista algún tipo de duda de carácter personal, aún así si prefieren acercarse aquí no habrá problema», como comentó Emilio Sebastià a 20 minutos.

Evitar que se siga sancionando a los conductores «depende de ellos» mismos, apuntó Sebastià, hay que concienciarse más cuando uno sale a la carretera.

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