El mago con sus trucos consigue lo imposible: sacar de su chistera un conejo. El mediador familiar, con sus herramientas, logra que una pelea de divorcio, por ejemplo, se transforme en una situación aceptable. «¿No es eso magia?», así lo explica el mago sevillano Mario Sánchez, que ayer impartió un taller de magia en el curso de verano sobre Mediación Familiar organizado en la Pablo de Olavide (Carmona).
¿Qué tienen en común magos y mediadores?
Mucho, porque de la nada sacan finales imposibles.
Dígame cualidades comunes de ambos.
Paciencia, creatividad, confidencialidad, deben inspirar confianza y tener un grado de simpatía y empatía.
¿Qué cuenta en su taller?
Hago un truco y el profesor Javier Alés lo interpreta. Cuento qué consigue el mago en su espectáculo.
La magia aporta a la vida...
Una buena sonrisa, que la gente se divierta, se olvide de sus problemas, vuelvan a ser niños, se evadan como ante cualquier otro arte.
BIO
Presidente de los magos de Sevilla, es psicólogo y profesor del curso de Especialista en Mediación Familiar de la UPO.
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