Desde la intervención, que se realizó en diciembre de 2003, se mantuvo a la paciente con un tratamiento improcedente consecuencia de la falta de cultivo, a pesar de que no respondía al tratamiento con los antibióticos que suministraron de forma empírica y sin dirección hasta junio del siguiente año. Consecuencia de ello, actualmente la paciente continúa acudiendo a rehabilitación y presenta secuelas estéticas y dolor en rodilla izquierda.
La víctima, A.M.N., de 50 años de edad, acudió días después de la operación al centro hospitalario para la retirada de los puntos de sutura, apareciendo, en el mismo momento de retirar el vendaje, diversas alteraciones cutáneas de tamaño considerable en la zona intervenida que el médico atribuyó a una posible alergia a la venda.
Una segunda intervención quirúrgica
A partir de ese momento, los dolores comenzaron a hacerse insoportables, progresando por toda la pierna izquierda. El aspecto de la herida quirúrgica era cada vez más preocupante y las escaras cobraron un tono oscuro, a lo que se acompañó fiebre insistente que no cedía con el paso de los días, lo que le obligó a acudir al Servicio de Urgencias en varias ocasiones, le provocó una urticaria y le obligó a someterse a una nueva operación con objeto de limpiar las escaras de la rodilla.
Durante todo ese tiempo, indica la Asociación --que además ha llevado la representación jurídica del caso--, a pesar de que era más que evidente que se trataba de una infección, nacida como consecuencia de la intervención quirúrgica, que no cedía a los tratamientos, "nadie se detuvo en realizar un cultivo para conocer el germen".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios