Temerosa, Halima, que así se llama la fémina, pidió socorro a los agentes de guardia ante las contracciones de parto que sufría. Los dos guardias civiles tuvieron que asistirla, ayudándole a dar a luz en plena garita, echando mano de las toallas y del agua existente en la instalación de seguridad.

Lo que no tuvieron que hacer los agentes es cortar al bebé, un varón, el cordón umbilical. Justo en ese momento llegó la ambulancia del 061 y uno de los enfermeros de la unidad se encargó de asistir a la parturienta.

Este no es el primer caso en el que guardias civiles se ven convertidos en asistentes sanitarios en plena frontera. En abril de 2007, otra mujer dio a luz en esta misma garita, aunque en aquella ocasión los agentes de guardia sí que tuvieron que cortar el cordón umbilical.

Halifa se ha convertido en protagonista porque han sido unos guardias quienes le han atendido pero, a diario, son otras las mujeres que protagonizan el mismo sendero. Todas ellas tienen en común la búsqueda de unas mínimas garantías sanitarias para que sus vástagos nazcan con salud en un hospital español y no marroquí. Halifa permanece en el hospital con su hijo en buen estado.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CEUTA