"De forma paralela al desarrollo de la actuación, los agentes pasaran un lector por el chip de los perros para comprobar si se ha realizado el registro de su ADN", ha explicado Marín.

Asimismo, ha recordado que la Ordenanza Municipal de Tenencia de Animales recoge como falta leve no haber realizado dicho registro, lo que supone sanciones de 75 a 400 euros. Hasta el momento, la Policía Local ha cursado entorno a ocho sanciones por este motivo.

"El registro del ADN canino es una medida necesaria y pionera para garantizar la protección de los animales de compañía, potenciando las medidas de control para evitar su abandono o robo", ha señalado Marín.

De igual modo, ha apelado a la responsabilidad de los dueños: "la inmensa mayoría de propietarios son cívicos y cumplen con las ordenanzas al respecto, pero hay una pequeña minoría que no quiere cumplir con las normas de convivencia, y gracias al perfil genético también podremos sancionar los incumplimientos reiterativos de normas como no recoger las heces caninas", ha destacado.

"La huella genética es única, imborrable e inalterable, pudiendo demostrar la propiedad del animal aunque destruyan intencionalmente el microchip, resultando así una herramienta indispensable para luchar contra el abandono y el maltrato", ha explicado, por su parte, la concejala de Sanidad, Alicia Laddaga.

El 1 de junio de 2018 comenzó el periodo voluntario de extracción, y permaneció abierto hasta el 30 de septiembre de 2019. A partir de octubre de 2019, el propietario que no haya cumplimentado el microchip obligatorio con la huella genética de su mascota podrá ser sancionado.

El Ilustre Colegio de Veterinarios de Málaga pone a disposición del Ayuntamiento todas las clínicas de la provincia autorizadas para tal fin, y se puede obtener el vale para el genotipado a través de su página web.