Las precipitaciones de los últimos días han ayudado a disminuir los índices de concentración de polen de las gramíneas, lo cual ha reducido los síntomas que los alérgicos acostumbran a sufrir en estas fechas.

Así lo ha asegurado el responsable de la Unidad de Alergia del Hospital de Santa Maria de Lleida, el Dr. Lluís Marqués, que ha explicado que las lluvias han llegado justo en el momento en que estas plantas empiezan a florecer.

Eso ha hecho que el agua haya limpiado el ambiente de polen. Esta disminución de la concentración de polen también se ha traducido en una reducción del número de consultas por reacciones alérgicas a las comarcas leridanas.

Aunque la lluvia ha limpiado el ambiente de las concentraciones de polen, el alergólogo se ha mostrado prudente y no ha descartado una floración tardía de las gramíneas en el mes de junio. El Dr. Marqués ha explicado que esta misma situación se produjo en el mes de abril con el platanero. Justo cuando iniciaba el proceso de floración llegaron unas lluvias que redujeron mucho la presencia de polen en el ambiente.

Una primavera 'tranquila' 

Estas circunstancias han hecho que los alérgicos vivan una primavera muy tranquila, lo cual también se ha notado en la disminución de las consultas. Lluís Marqués ha afirmado que este año no tienen tanta demanda, ya que las personas alérgicas no han presentado síntomas y muchas de ellas ni siquiera han necesitado hacer el tratamiento preventivo.

Las personas que tienen reacciones alérgicas a las gramíneas empiezan a sufrir las consecuencias en los meses de mayo y junio. Los especialistas recomiendan que los alérgicos que ya son tratados por un especialista sigan el tratamiento que tengan establecido.

Las personas que tengan síntomas puntuales como picor en los ojos y en la nariz, congestión nasal o estornudos, tendrán que consultar al alergólogo para saber qué medicamento es el más adecuado para paliar los síntomas.

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