Así se desprende del último informe de balance elaborado en el marco del proyecto de conservación de esta ave que impulsa la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, en colaboración con la Associació Trenca.

En 2019, se ha localizado una pareja reproductora, con tres pollos que han conseguido volar en Lleida, y la puesta tuvo lugar a mediados de junio: desde que en 2010 se extinguió en Huesca, este es el único lugar de toda la península ibérica donde se reproduce.

En cuanto a la cría en cautividad, la excepcionalidad climática del pasado verano en las comarcas de Lleida, con temperaturas de hasta 43 grados, ha afectado la productividad de este año, sobre todo las segundas puestas de la temporada.

En el centro de cría del Centro de Fauna de Vallcalent (Lleida) han registrado este año 71 nacimientos, 30 menos que el pasado año, la supervivencia de los pollos criados artificialmente ha sido del 100%, y de los 71 se han liberado 60: 41 en la finca de Torribarrera de Lleida y 19 al Parc Natural dels Aiguamollos de l'Empordà (Girona).

Por otra parte, este 2019 han llegado cinco ejemplares a Lleida, procedentes de sus lugar de invernación en el sur de África: cuatro a Torribarrera y otro a Bellpuig, todas ellas liberadas años anteriores en el marco de este proyecto mediante la técnica del hacking.