La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tachado este martes de "alarmistas" a aquellos que quieren "desprestigiar" a Barcelona como una "ciudad sin ley o con caos". Aunque ha admitido que algunos incidentes durante el verano han podido haber generado una "preocupación legítima" en la ciudadanía, ha dicho que la capital catalana es una "ciudad segura en términos generales".

En la Diada de la Guardia Urbana, Colau también ha aprovechado para pedir al cuerpo que en las próximas semanas, que se prevén con manifestaciones contra la sentencia del Tribunal Supremo, han de garantizar que todo el mundo se pueda expresar "libremente y con respeto".

En un acto en el auditorio del Fòrum para premiar a los agentes con más años de servicio y a aquellos que han participado en actuaciones relevantes, la alcaldesa no ha querido rehuir la polémica de los últimos meses y por eso ha asegurado que la policía y los otros servicios municipales pondrán todos sus esfuerzos en asegurar la tranquilidad a la ciudadanía, pero al mismo tiempo ha pedido la colaboración de los otros cuerpos policiales, el resto de administraciones, la fiscalía y el poder judicial.

Colau ha definido la seguridad como una política pública y social, que necesita inversión, profesionalización, recursos humanos y materiales, vocación, proximidad y empatía para que "todo el mundo se pueda sentir seguro en casa y en la calle", aunque reclamando que el espacio público sea "de calidad".

Sobre las "semanas difíciles" que se avecinan, ha pedido a los agentes que actúen con "profesionalidad y humanidad" y ha pedido la "corresponsabilidad" de todos, que la ciudadanía se pueda expresar "libremente y con respeto hacia todo el mundo".

El intendente mayor del cuerpo, Evelio Vázquez, ha pedido al cuerpo darse a conocer más a la ciudadanía porque "lo que no se conoce, no se quiere" pero al mismo tiempo ha reivindicado el orgullo de pertenecer a la Guardia Urbana como servidores públicos.

"La ciudad nos necesita", ha dicho. De igual forma ha explicado que la evolución delincuencial está mejorando, asegurando que los hurtos han bajado un 7% y un 9% en julo y en agosto de este año respecto a 2018.

Entre otros datos, Vázquez ha explicado que en 2018 recibieron cerca de 400.000 llamadas, llevaron a los juzgados a más de 23.600 personas, tramitaron más de 9.000 denuncias penales, más de 725.000 de tráfico y casi 100.000 por infracciones de ordenanzas municipales.

También se hicieron unos 67.000 controles de alcoholemia y 3.500 de drogas, más de 9.000 informes técnicos de accidentes y 3.000 atestados, se supervisaron más de 5.500 manifestaciones, se hicieron más de 33.000 servicios asistenciales y se hicieron más de 54.000 denuncias contra manteros.

Para cerrar el acto, el teniente de alcalde de seguridad, Albert Batlle, ha dicho que el cuerpo ha de poner a la ciudadanía en el centro de su acción y se ha de ganar su confianza con su proximidad.

También cree que hay que garantizar la seguridad ciudadana, que ha mejorado en los últimos meses pero que hay que seguir haciéndolo con prevención y presencia en la calle, además de la cooperación policial.

"No somos conformistas, hemos de ser ambiciosos", ha dicho. Y para mejorar la convivencia en el espacio público también apuesta por la presencia en la calle, recordando que son el cuerpo con más agentes en la ciudad. Por último, cree que hay que mejorar la organización interna del cuerpo, con presencia en la sala del 112, aumentar la plantilla policial y el personal no policial y reforzar la estrategia comunicativa.

Durante el acto se han dado medallas a los máximos responsables de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, a la Policía Nacional, la Guardia Civil y al Ejército en Cataluña, así como al jefe de los Mossos en el distrito de Ciutat Vella o a algunos jueces.

También se han dado medallas a los agentes del cuerpo que han actuado de forma relevante durante el último año, como la muy aplaudida unidad de delincuencia de Ciutat Vella, a los que llevan de 25 a 40 años de servicio y a los recientemente jubilados.