Desde el pasado sábado, el mundo de la cultura en España está de luto debido a la muerte, a los 76 años de edad, de José Sámano, uno de los productores de cine, tratro y televisión más prolíficos de nuestro país, ganador de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián por la película Magical Girl, de Carlos Vermut.

Fue en el tanatorio de La Paz donde se le dio el último adiós al cántabro, nacido en Santander en 1943. Pero entre los rostros abatidos, solientes y desolados sobresalía el de Mercedes Milá, quien fue su pareja sentimental durante 20 años, hasta que conoció a quien ha sido su esposa  hasta su fallecimiento, Marisol García-Bango.

Comenzaron a relacionarse a principios de la década de los años 80 y formaron uno de los tándem profesionales más respetados de la televisión nacional, con programas de máxima audiencia como Buenas noches, De jueves a jueves  o Queremos saber.

Convivieron juntos durante dos décadas y en esos espacios de Antena 3 o Telecinco, en los que a veces Sámano también ejerció de director, se fraguó y cristalizó un amor que convirtieron al productor en uno de los hombres más importantes en la vida de Milá.

"He amado y me han amado mucho", confesó la presentadora catalana en una entrevista. Se refería a Sámano, también guionista, y al que las gentes del mundo de la cultura consideraban una de las personas más inteligentes y emprendedoras tanto en el terreno profesional como personal.

De hecho, cuando cortaron a principios del milenio, aunque quedaron como amigos, Mercedes Milá sufrió una pequeña depresión en la que se le reconocía esa falta de cariño y apoyo emocional.

Esa soledad se rompió cuando Milá conoció a su otro gran amor, Carlos Castillo, 16 años menor que ella, y dueño en Bilbao y Madrid de dos importantes tiendas de ropa masculina.

Sin embargo, cuando cortaron, la periodista volvió a verse sumida en una crisis, agravada por su implicación en todas las ediciones de Gran Hermano de 2000 a 2016, a excepción de la tercera, presentada por Pepe Navarro.

No está siendo una buena época, de hecho, para la veterana presentadora, dado que hace un par de meses sufrió otro duro revés con la muerte, a los 93 años, de Mercedes Mencos, su madre, con quien vivía en Barcelona.

Milá no ha sido la única que ha llorado amargamente la muerte del productor, que actualmente tenía en cartel, en Madrid, dos obras de Miguel Delibes: Cinco horas con Mario, protagonizada por Lola Herrera; y Señora de rojo sobre fondo gris, con José Sacristán en el papel principal, adaptación que dirigía y producía en el teatro Bellas Artes de la capital.

Por el tanatorio se pudo ver a grandes rostros conocidos del mundo de la cultura, como el cantante Miguel Ríos y, sin salir de la música, el matrimonio formado por Ana Belén y Víctor Manuel, con quienes se reunía muchos veranos en Menorca.

Otro matrimonio que se acercó a despedirse del productor y a presentar sus condolencias fueron Iñaki Gabilondo y su esposa, la periodista Lola Carretero, así como la célebre actriz Marisa Paredes o el actor Miguel Ángel Muñoz, que consideraba a Sámano su segundo padre y que le dedicó unas hermosas palabras.

"Se me ha partido el alma. Conocí a José Sámano cuando tenía 62 años. Hoy nos ha dejado con 76. En este tiempo no he conocido a nadie igual en ninguno de los aspectos fundamentales de la vida. Espero no defraudarte nunca y que siempre te sientas orgulloso de mí. Te querré siempre", escribió.

El también productor Jesús Cimarro había dado la noticia de la defunción de su compañero y amigo a través de la cuenta de Twitter de su productora, Pentación, donde lamentaban su pérdida profundamente. La consejera de cultura y turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera, también expresó su pena por el fallecimiento en redes sociales.