Viva Suecia: "Por un bocata y un par de litros vamos a Coachella"

  • La banda murciana publica 'El milagro' (Subterfuge), su tercer disco.
De izquierda a derecha, Fernando Campillo, Rafa Val y Alberto Cantúa.
De izquierda a derecha, Fernando Campillo, Rafa Val y Alberto Cantúa.
JORGE PARÍS
De izquierda a derecha, Fernando Campillo, Rafa Val y Alberto Cantúa.

Son el grupo indie de moda, pero ellos se lo atribuyen a un "milagro". Por eso Viva Suecia han llamado así a su nuevo disco, que se publica este viernes. Hablamos con Rafa Val, Alberto Cantúa y Fernando Campillo.

Cruz, fe, Dios… se han puesto un poco místicos en este disco.

R.V.: En ningún momento está deliberadamente orientado hacia la religión católica. Se llama El milagro (Subterfuge) por otros motivos. Pero sí que nos hemos servido de la iconografía religiosa porque creemos que es muy potente y transmite muchísimos mensajes con símbolos aparentemente muy sencillos, sobre todo a nivel de diseño. De repente, una cruz puede ser un millón de cosas. También jugamos con los títulos: Algunos tenemos fe no se refiere solo a la fe religiosa y la palabra milagro se puede usar en muchas situaciones.

¿Son creyentes?

R.V.: No, yo no.

F.C.: Yo, la verdad, no mucho.

A.C.: Yo tampoco. Yo creo en ellos... Pero el concepto místico (Val tararea de fondo God, de John Lennon) se sigue teniendo, aunque a otro nivel.

Querían hacer un disco con menos guitarras, pero ha sido totalmente imposible.

A.C.: Ha sido imposible. Hay guitarras, pero están tratadas de manera diferente y son más generosas. Hemos dejado, para bien, más peso a las bases rítmicas, a Fernando y a Jesús (Jess). Y Rafa y yo nos hemos dedicado a arropar. No queríamos llenarlo todo de guitarras porque sí, a lo mejor hemos ido abandonando eso. Hay más espacio para 'sintes', orquestas,  vientos...

'El milagro' se titula así por todo lo que les ha pasado. ¿Tienen un plan para mantenerse ahí?

R.V.: El mejor plan es el disco. Estoy convencidísimo de que hemos hecho el mejor que podíamos hacer. Creo que es bastante superior en muchos aspectos a los anteriores; que nos mantenga o no ya depende de la gente. Hemos hecho nuestro trabajo, estamos contentos.

¿Cuánto tiempo tardan en componer una canción?

F.C.: Es muy relativo. El proceso puede ir desde una tarde que tengamos una inspiración divina, nos salga un ritmo muy potente y las guitarras se unan de manera que se cree la canción in situ hasta canciones que se atascan (Cantúa bromea: «Acaban en pelea…») y no se desbloquean en dos semanas. Es muy variable.

R.V.: Lo bonito es que todas son rompecabezas. Las que se atascan necesitan que llegue el momento y al final acaba llegando, pero siempre lo vemos como un puzle. Jess siempre dice que vamos ladrillo a ladrillo. A veces haces el muro el mismo día y otras te cuesta llegar al final.

El otro día un tuitero comparaba la letra de 'Amar el conflicto' con la situación política actual.

R.V.: Siempre he pensado que las agencias de viajes están perdiendo un filón con A dónde ir... Es una broma. Al final estamos todo el tiempo hablando de lo que sucede a nuestro alrededor, no creo que nuestra música a nivel texto esté exenta de todo eso. Aunque intentemos darle la espalda, se cuela en lo que hacemos: en una conversación con tu hermano, en una pelea con un colega, en una canción... Es casi imposible desligarte.

"Deberíamos decir más veces te deseo lo que te mereces", dice una canción de 'El milagro'. ¿Y 'me lo merezco'?

R.V.: Lo que me gusta de esa frase es que no sabes si es positiva o es negativa. Tú le puedes decir a alguien 'te deseo lo que te mereces' y en realidad lo que estás haciendo es proponiéndole un juicio propio. Que diga '¿va a malas o a buenas? ¿qué me merezco? ¿qué tipo de persona soy?'. Y sí, estoy de acuerdo en que deberíamos fomentar el amor propio y quitarnos lastre.

De izquierda a derecha, Alberto Cantúa, Fernando Campillo y Rafa Val.
De izquierda a derecha, Alberto Cantúa, Fernando Campillo y Rafa Val.

Tocaron en el Sonorama y usted (Val) se lanzó al público. ¿No tenía bastante con un dedo roto?

R.V.: Es el fervor del momento. Que conste que no era seguro. Cabía la posibilidad, pero no era seguro. Pensé que era la plaza del Trigo (de Aranda de Duero), me apetecía hacerlo y las piernas estaban bien.

A.C.: De todas formas, tiene más que perder el público...

¿Se imaginan en Coachella?

A.C.: Sí, por favor, llevadnos. Desde ya, por un bocata y un par de litros, vamos.

R.V.: Nos lo merecemos…

En el disco han colaborado Amparo Llanos (exDover)y Joe Crepúsculo.

R.V.: El disco está distribuido de la siguiente forma: parte de un par de canciones que son más continuistas con la etapa anterior y, de repente, vamos diversificando, metiendo arreglos y ritmos nuevos, contando otro tipo de cosas. Y acaba con una canción (Fóllame) bastante experimental, que va muy loopeada y tiene la colaboración de Joe Crepúsculo. Hemos coincidido con él varias veces, nos caemos bien y creemos que la mejor manera de hacer una colaboración es de manera honesta. Es decir, no lo hemos hecho porque la gente vaya a escuchar más esa canción, sino porque hay admiración y amor. Le pedimos que compusiese algo para una parte extraña que nos encanta. Amparo Llanos es un amor, un talentazo y nos encanta lo que hace. Canta unas voces en La fuerza mayor.

¿Qué tal les han acogido en Reino Unido, México y Colombia?

F.C.: En Londres fue un día puntual; esperábamos poca gente y al final la sala se llenó. Y para nosotros es alucinante ir a México y Colombia. Ves que la gente te conoce, va a conciertos y te para por la calle. No sé explicarlo, estoy embriagado.

A.C.: Es que es difícil de explicar, porque estás a 10.000 kilómetros de tu pueblo y hay un puesto de 'merchan' falso de Viva Suecia donde vas a tocar. Estábamos mirándolo desde la terraza y decíamos: ¿Qué hemos hecho bien para estar aquí?. En las siguientes vidas nuestras nos van a machacar...

R.V.: Es una sensación rara que veas que han falsificado tu merchandising que te dé alegría.

Llevan un ritmo salvaje de conciertos y están en la treintena. ¿Ha llegado el primer lumbago?

R.V.: No, yo ya me he roto un dedo, no se si sirve de algo.

F.C.: Hay que ir al fisio de vez en cuando y a seguir la marcha.

R.V.: Y al psicólogo...

A.C.: Yo me quedo con lo de la treintena, gracias.

De izquierda a derecha, Fernando Campillo, Rafa Val y Alberto Cantúa.
De izquierda a derecha, Fernando Campillo, Rafa Val y Alberto Cantúa.

¿Es necesario reivindicar más a Murcia, su tierra?

R.V.: Primero quiero dejar claro que nadie nos obliga ni nos paga por hacer esto. Y no somos regionalistas, no hacemos una publicidad gratuita y exacerbada por el simple hecho de haber nacido allí o de creer que pertenecemos allí. Hablamos desde el amor más puro y, de hecho, todos vivimos en Murcia. No lo hacemos para dorarle la píldora a nadie ni para caerle mejor a nadie. Lo hacemos porque nos sentimos así. Y vamos a llevar a mucha honra siempre el nombre de Murcia. De hecho, los iconos y el arte del disco, en muchos momentos, tienen mucho que ver con Murcia: la Cruz de Caravaca, la catedral, etc.

¿Tienen algún placer culpable?

R.V.: A mi no me interesan para nada las cosas con motor, en absoluto, pero hace poco he visto una serie muy mala que es como un reality falso de esos de un taller que arregla coches. Y no sé por qué…

A.C.: A ver, Rafa no ve series, se sienta en la furgoneta, pone una serie, da igual que sea de David Lynch o una basura, y se queda dormido a los 30 segundos. El que ve la serie eres tú, capítulo a capítulo (Val: "¿Pero os ha gustado?"). Entonces, él se despierta, han pasado ocho capítulos y dice 'he visto una serie', pero no ha visto absolutamente nada. Sí tenemos un placer culpable, somos muy de comer, aquí donde nos ves.

¿Qué banda que conozcan tendrá mucho éxito en unos años?

R.V.: Hay un montón, siempre hablamos de lo positivo que es que bandas como Carolina Durante, por ejemplo, lo revienten en toda la movida de lo urbano y del trap; que esa música me parece perfectamente plausible, a mi también me gustan algunas cosas. Es positivo sobre todo para nosotros, que estamos un poco más cerca estilísticamente. A Carolina Durante no les tengo que augurar nada, porque ya son lo que son y están donde están. Pero hay mucha gente. Puedo decir Kracauer de Murcia.

A.C.: Aparte de que son colegas, también entroncan un poco con el sonido de guitarra, el más áspero, pero con unos temazos increíbles. Además, han fichado con nuestro sello.

R.V.: Has dado una exclusiva.

A.C.: ¡Pues que lo cuenten!

¿Qué esperan de la gira? ¿Cómo se plantea?

F.C.: Con mucha ilusión de presentar canciones en acústico y firmar a la gente, que nos encanta.

A.C.: Firmar a la gente y firmar discos también...

F.C.: Firmar discos, firmar a la gente en los brazos… Con mucha ilusión de que salga el disco y nos digan qué canciones les gustan. Y empezar los conciertos.

R.V.: Es bonito que los dos primeros conciertos de la gira sean en una iglesia en Toledo, llamándose El Milagro y con la que tenemos preparada. Será un show radicalmente distinto a lo que había, muy potente, estamos muy orgullosos. Gran parte de la culpa la tienen nuestros técnicos de luces, los ingenieros.

A.C.: Ahora mismo están en un zulo trabajando 24 horas al día. Lleva un curro increíble, están los pobres desquiciados.

R.V.: Tenemos ganas de enseñarlo.

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