La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cuatro años y once meses de prisión al individuo de 29 años acusado de maltratar, insultar, robar y retener a su novia menor de edad contra su voluntad porque la consideraba de su propiedad.

La sentencia se ha hecho pública después de que tanto la Fiscalía, que reclamaba una pena de 15 años para el inculpado, como la acusación particular y la representación jurídica del procesado llegaran a una conformidad, cuyos términos han sido aceptados por el imputado tras reconocer los hechos.

Así, el magistrado ha condenado a A. R. G. como autor de dos delitos de malos tratos a una pena de ocho meses, como responsable de un delito de amenazas a nueve meses y por dos delitos de detención ilegal y de robo con intimidación a sendas penas de 1,9 meses de cárcel.

El juez ha apreciado a la hora de imponer la citada pena la agravante de parentesco y las atenuantes de drogadicción y reparación del daño, pues el acusado ya ha indemnizado a la víctima.

Desde el principio

Los hechos que han quedado probados tuvieron lugar cuando el procesado, que mantenía una relación sentimental con la víctima (S. A. A., ahora de 18 años), comenzó en los primeros meses de noviazgo a propinar a su pareja "múltiples bofetadas, empujones, puñetazos, patadas y agresiones" que nunca fueron denunciadas.

De esta manera, el imputado, mientras escupía a su novia y le quitaba el dinero, se refería a ella con expresiones como "puta, guarra, me cago en tus muertos, te mereces que te pegue, vistes como las putas, tienes la culpa de todo, vas provocando o te voy a matar", entre otros insultos.

Fin en febrero

A mediados del mes de febrero de 2007, la víctima terminó con su compañero sentimental, que le pidió que volviera con él porque "era suya o de nadie". El acusado decía que "si no retomaba la relación la rajaría como a un melón y quemaría la casa de su madre con toda la familia dentro".

Así las cosas, sobre las 1.00 h del 17 de marzo de 2007, los jóvenes quedaron para hablar y el acusado metió a la que ya era su ex novia "por los pelos" en el coche, donde "mostrándole un destornillador" supuestamente le decía: "Si te mueves te pincho, voy a estrellar el coche con los dos dentro, eres para mí o para nadie".

Posteriormente, tras robarle para comprar droga, A. R. G. llevó a la víctima a su vivienda asegurándole que la iba a "secuestrar y que si no aceptaba la mataría con una recortada que tenía". Sobre las 5.00 horas consiguió irse con la excusa de que iba a recoger ropa a casa de su madre. Desde ese día el acusado se encuentra en prisión provisional.

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