La escalera es la única vía de acceso a los pisos de cerca de 120.000 coruñeses, a los que no hay ascensor que llegue. Según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), son alrededor de 44.000 edificios los que todavía no cuentan con este servicio, la mayoría en los barrios más antiguos de la ciudad.

Vecinos del Agra do Orzán, Os Mallos y Sagrada Familia, las zonas que más castigan las piernas de los residentes (en torno a los 40.000 afectados) han lanzado una campaña de recogida de firmas para intentar que esta situación dé un giro.

Vacío legal

Sus representantes entienden que, en primer lugar, tiene que haber una ordenanza «clara, que impida vacíos legales que vayan contra el interés de los vecinos de un mismo edificio», apunta Francisco Graña, presidente de la agrupación vecinal del Agra do Orzán.

Esta falta de regulación,según los afectados, favorece que propietarios de bajos lleguen a pedir «barbaridades» (hasta 60.000 euros) por metro cuadrado a los vecinos de un bloque que quieren instalar un elevador.

Ante esta situación, algunos interesados se resignan y se ven obligados a instalar ascensores que partan desde un primero, que no les quitan de subir unos peldaños.

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