Un ginecólogo de Valladolid tendrá que indemnizar con 72.000 euros a una paciente de 46 años que, en 2003, acudió a su consulta para realizarse una mamografía.

El Juez lo condena por mala praxis, ya que no cumplió con su obligación de llevar una historia clínica de la paciente, sino que "escribió una serie de escuetas y casi ilegibles anotaciones sobre el resultado de las intervenciones y las revisiones", sin adjuntar los consentimientos de la paciente a varias intervenciones, algo a lo que están obligados.

Tuvo varios errores en un proceso que fue largo. A la mujer se le diagnosticó un tumor maligno y se le extirpó en una operación, pero el ginecólogo nunca advirtió a la víctima de que tenía que someterse a radioterapia.

Meses después se le detectó a la paciente un mioma en el útero y debía someterse a otra operación, pero el médico sólo extirpó el mioma, sin mandar analizarlo, cuando después se supo que tenía potencial maligno.

La paciente se detectó otro bulto en el pecho y el ginecólogo le restó importancia y le llegó a decir que ya estaba extirpado y no podía tener bultos, pero en una segunda opinión con otro ginecólogo, tuvo que ser de nuevo intervenida porque tenía más tumores malignos en el pecho y fue sometida a radioterapia y quimioterapia.

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