Los vecinos se rebelan contra el ruido y el polvo del Vicente Calderón

Imagen reciente del proceso de demolición del Estadio Vicente Calderón.
Imagen reciente del proceso de demolición del Estadio Vicente Calderón.
JORGE PARÍS
Imagen reciente del proceso de demolición del Estadio Vicente Calderón.

Las obras de demolición del antiguo estadio del Atlético están entorpeciendo las clases. Los centros más cercanos al Calderón–Tomás Bretón, Gran Capitán y Joaquín Costa– han comenzado su curso escolar entre ruido y polvo. "Habíamos pedido al Ayuntamiento que lo grueso de las obras fueran en verano, para que no afectaran a los colegios–explica la portavoz de las Ampas, Susana de la Higuera–. No sabemos si lo grueso ya está hecho, pero las clases ya han empezado y sigue habiendo mucho ruido".

Los vecinos también se unen a sus protestas. A través de un comunicado ambas entidades han lanzado algunas de sus preocupaciones. "Las calles de los entornos escolares están levantadas y valladas", "el tránsito de camiones es muy elevado" o "el acceso a la M-30 y las calles patas arriba podría provocar problemas de movilidad en el comienzo de las clases".

También la fachada del estadio Vicente Calderón, que "debía mantenerse en pie parcialmente –a modo de barrera protectora– durante el resto de las obras y el desvío de la M-30", aseguran. "Nos dijeron que lo iban a mantener y ahora lo han echado abajo", lamenta la portavoz de las Ampas. Para ella las consecuencias de la demolición no son simples molestias sino "un tema de salud", que es lo que importa.

Por eso esta misma tarde el Ayuntamiento se reunirá con los representantes de los colegios afectados, Ampas, vecinos y propietarios de la zona para presentarles "el calendario de las obras" y "las medidas que se están aplicando", informa una portavoz de la junta.

Además atenderán las demandas que los afectados contemplan en su comunicado. Cuáles son las medidas protectoras en el desvío de la M-30, qué plan de movilidad tienen previsto con el inicio del curso escolar y los horarios de los camiones o el plan de salud ambiental serán algunos asuntos que se abordarán.

Pero sobre todo "exigirán" conocer los resultados de los medidores del aire, un asunto que, según Susana de la Higuera, llevan pidiendo desde julio. "Para nosotros es importante que se monitorice el ruido y la calidad del aire en el entorno, y eso solo se puede hacer si hay sensores", asegura.

Desde el Ayuntamiento ratifican que los medidores y los sensores están instalados, pero que hacer pública dicha información corre a cargo de la empresa privada que gestiona la obra.

El alcalde Martínez-Almeida mantiene su compromiso con los vecinos. "Les explicaremos que si consideran que se están produciendo molestias, a pesar de que las obras tienen todas las garantías y los estudios de salud para minimizar los impactos, el Ayuntamiento va a hacer todo lo posible". Tras el anuncio del posible sorretamiento de la M-30 y ante la reunión de esta tarde, fuentes municipales apuntan a que su prioridad ahora está en "mitigar el polvo y que éste no perjudique a los vecinos ni a los colegios".

Las obras finalizarán en 2020

La obra del desvío de la M-30, que comenzó en agosto, se prevé que finalice a mediados de octubre. En ese momento entrará en funcionamiento ese desvío. En cuanto se compruebe la completa seguridad para el tráfico se comenzará la demolición de la grada que queda (la tribuna que está sobre la M-30) sobre finales del mes de octubre o principios de noviembre. Se prevé que el fin de estos trabajos de demolición sea a finales de febrero o primeros de marzo de 2020, según fuentes municipales.

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