Lo que más se ha encarecido este mes respecto a julio del año pasado son los tomates, las judías verdes, los pimientos y la pescadilla, según los precios de referencia que fijan los mayoristas en Mercamálaga. A este subidón ya no se escapa ni el boquerón malagueño, que ronda los cinco euros el kilo, cuando hasta hace un año no pasaba de tres.

Sólo las patatas y las gambas se han librado, incluso están más baratas este verano. El pollo entero –que siempre sufre algún incremento– se ha mantenido en 2,49 euros el kilo.

Carlos Sánchez, jefe de mercados de Mercamálaga, atribuye una parte de la subida a las condiciones climatológicas de este año, como el frío del invierno, que afectó a varias producciones. No obstante, apunta a que muchos mayoristas y detallistas aprovechan también el tirón de la demanda en verano proveniente de la restauración y la hostelería para encarecer sus precios y, como es claro, hacer su particular agosto durante la racha estival.

En septiembre vuelve la calma

El precio de los alimentos básicos bajará en septiembre, según prevé el jefe de mercados de Mercamálaga. Pero, mientras llega ese momento, habrá que agarrarse el bolsillo para no pagar más de la cuenta por un tomate, un pimiento o una lechuga, las hortalizas que más se consumen en verano. Le siguen la cebolla, la berenjena, el pepino y la acelga. En cuanto a las frutas, según Mercamálaga, lo que más se vende son manzanas, melones y sandías. El boquerón, la anchoa y la pescadilla no faltan en la mesa.