Que si suben los precios, que si las hipotecas asfixian... El ambiente es hostil, pero verdaderamente, cada vez son más los hogares vascos que salen de la pobreza. Las familias que se consideran pobres bajaron del 3,2% al 1% de 2004 a 2006. Y los hogares que se ven «más bien pobres» también han descendido del 4,4% al 2%.

Son datos dados a conocer ayer por un Departamento de Justicia satisfecho con esta evolución. Incluso las familias que dicen vivir una situación económica «confortable» han subido del 43,9% al 58% en el citado bienio.

Son buenos datos, sí, pero en 2006 aún había 181.587 personas en Euskadi (distribuidas en 63.794 hogares) víctimas de una o varias carencias económicas, como escasez de alimentación, ropa, frío en casa, ausencia de ocio.... «Hay muchas cosas que mejorar», admitió ayer el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga.

Ahora bien, la gran mayoría de la población (el 91,6%) no sufre ninguna privación importante por falta de dinero. Este porcentaje ha mejorado desde 2004, cuando se quedó en el 82,6%.

Y, ¿cómo son esos hogares que no llegan a fin de mes? Pues tienen acento extranjero. Tres de cada cuatro hogares que no pueden cubrir una o más necesidades básicas son inmigrantes. El dato es muy significativo, pues sólo el 5% de la población vasca es foránea.

Las familias en aprietos en Euskadi tienen dos rostros más: mujer y joven. Ambos colectivos son especialmente castigados.

Así las cosas, Euskadi tiene 247.000 personas que quieren formar un hogar independiente, pero que no pueden hacerlo por falta de dinero. Este sector representa al 11,5% de la población.

Para muchos vascos, las ayudas sociales siguen siendo su único flotador. En 2006, el 4,1% de los hogares en el País Vasco recibieron la Renta Básica o las Ayudas de Emergencia Social. El 13,4% de los solicitantes se quedaron sin prestaciones.Marisa Madre soltera. Vive en Barakaldo. 50 años.

Marisa. Madre soltera de 50 años. Vive en Barakaldo: «No me da para nada»

«Las ayudas que recibo son irrisorias. Soy madre soltera de una niña de 11 años. Vivimos en un piso de alquiler de 635 euros al mes. Trabajo como limpiadora en tres casas, cobro 790 euros mensuales de renta básica, y aún así no me da para nada. Cubro justo las necesidades básicas y ni un gasto más. Ocio: 0. Hasta pagar la calefacción es un desafío. Llevo 4 años en Etxebide. Una VPO de alquiler me desahogaría».

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