Según la sentencia, hecha pública hoy, Chedey Gutiérrez Echegoyen no podrá comunicarse ni acercarse a una distancia inferior a los 500 metros de su novia Irene Alejos Martínez, ni de las otras dos víctimas, Ángel Domingo Olalla y Raúl Efraín Medina, por un plazo de cuatro años, salvo consentimiento de las víctimas.
Además, el acusado no podrá tener armas por ese periodo y deberá indemnizar con 13.920 euro a Irene Alejos; con 10.648 euros a Efraín Medina y con 2.229 euros a Ángel Domingo Olalla, pues la exención de responsabilidad criminal no exime de las responsabilidades civiles.
Alucinaciones por las drogas
Según los hechos probados, el acusado al despertar en marzo de 2004 en el domicilio de su novia en Fuerteventura, en donde también se alojaba otra pareja de amigos, sufrió alucinaciones que le hacían creer ver a una persona inexistente, que le iba a hacer daño. El acusado cogió un cuchillo para buscar a la persona inexistente y su novia, al no poder controlar la situación, llamó a un amigo común.
El agresor, que pensó que Domingo Olalla le engañaba con su novia, le rajó la cara, desde la frente a la barbilla, por el lado izquierdo, en una primera agresión, pues posteriormente le dio varias puñaladas en la cabeza. La segunda víctima Raúl Efraín resultó herida también al intentar separarles, y su novia también recibió dos puñaladas, una a la altura de la yugular y otra en la frente.
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