Los mejores discos de marzo de 2007

Lucinda Williams.
Lucinda Williams.
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Lucinda Williams.
Deluxe, <em>Fin de un viaje infinito</em><br>

Deluxe, Fin de un viaje infinito

Definitivamente volcado al castellano, por momentos algo más folk y haciendo gala de un más amplio abanico de posibilidades rítmicas que su anterior trabajo, Xoel López entrega una nueva colección de canciones con gusto por las sonoridades y las estructuras clásicas. Vuelve a abusar del pop sencillo y de arreglos algo efectistas y que buscan la sombra de Beatles, Ryan Adams, el soul, Neil Diamond, Simon & Garfunkel o Arcade Fire. Lejos de la profundidad granulosa del viejo sonido analógico, el disco suena pulido y pulcro, blandito y facilón, como mandan los cánones de la moderna producción digital que apunta a conseguir un producto con potencial comercial. No hay sorpresa y no hay riesgo. Hay temas claramente cortados por el patrón de otros y un marcado gusto por lo estándar. Tras las primeras escuchas del álbum, a uno le parece que no es este el más logrado trabajo de Deluxe hasta la fecha. Todo suena de repente mucho más comercial y, lejos de poder bucear en las canciones (los temas no lo permiten, no hay profundidad ni en temáticas ni en ambientes), sorprende el recuento de arreglos previsibles y un tanto gratuitos. Eficaz en el logro de certeros temas pop (aquí también los hay), a estas alturas cabe pedirle más a un Deluxe de quien conocemos talento para mayores logros.

Lucinda Williams 2007<br>Lucinda Williams, West.

Convertida, junto con Steve Earle, en la referencia número uno del rock de raíces americano contemporáneo, Lucinda Williams continúa su carrera con la seguridad que le da el nada desdeñable éxito que acompañó a sus últimos lanzamientos, si bien no parece que esto suponga cambios esenciales en su música. Su nuevo disco, primero en cuatro años, no resulta tan inspirado como aquel World without tears de 2003, pero todo lo de Williams tiene poderío y resulta fácilmente emocionante, conmovedor. Así sucede con esta nueva colección de canciones entre las que no brilla prácticamente ningún potencial single de éxito -algo que en el resto de sus discos sí pasaba-, pero cuya escucha (en virtud de una robusta producción a cargo de Hal Willner y, sobre todo, a la rotundidad de una voz al tiempo quebrada y recia, ciertamente especial y cautivadora) proporciona satisfacción garantizada a cualquier aficionado al rock de raíces. Triste, intenso, pausado, el nuevo disco de Lucinda Williams no está desde luego entre lo mejor de su obra, pero en absoluto se trata de un proyecto fallido.

Remate disco 2007Remate, No land recordings

Sin despreciar sus anteriores trabajos, es sin duda este No land recordings el álbum que confirma a este asturiano como un más que sólido compositor e intérprete. La apuesta es descomunal (un disco doble con 25 canciones), pero el resultado es ciertamente satisfactorio. Un disco de rock abierto y ambicioso, lleno de bonitas canciones que funcionan tan bien en las piezas más rápidas y vibrantes como en las más relajadas.

Fountains of Wayne disco 2007Fountains of Wayne, Traffic and weather

No es, ni de lejos, su mejor disco -seguramente, de hecho, es el menos bueno-, pero Fountains of Wayne siguen siendo difícilmente batibles en esto de escribir y grabar canciones de pop vitaminado de inmediata pegada. Así, su regreso desde el sí verdaderamente brillante Wellcome the interestate managers (2003) ofrece argumentos suficientes como para que sus seguidores no renieguen de la banda a estas alturas. No tiren la toalla, no: el nivel no es de matrícula de honor, pero hay aquí un puñado de buenas canciones con las que alegrar cualquier tarde de sábado.

Maximo Park disco 2007Maximo Park, Our earthly pleasures

Fueron una de las sensaciones del rock británico de 2005 con el notable A certain trigger, pero parecen no haber perdido la cabeza y su segunda entrega, después de dos años de trabajos forzados en promoción y actuaciones en directo, suena nuevamente fresca y arrolladora. Corte a corte no llega seguramente al listón de su celebrado debut, pero Our earthly pleasures confirma que Maximo Park es una banda con potencial y capacidad para seguir creciendo.

Kaiser Chiefs disco 2007Kaiser Chiefs, Yours truly, angry mob

Temazos como I predict a riot o Everyday I love you less and less hicieron de su primer disco una de las sensaciones del pop británico del momento, y ahora llega la hora de la reválida. El primer single, Ruby, está realmente bien pero, aunque hay otras canciones de cierto nivel, al disco de los de Leeds acaba siendo algo decepcionante, básicamente por repetir la fórmula del primer álbum al pie de la letra, por no arriesgar un ápice. No es un mal disco, pero cabía esperar algo más.

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