El presidente de EE UU, Donald Trump, ha sido visto este lunes jugando al golf durante varias horas en uno de sus campos, el Trump National Golf Club, en Virginia (EE UU), justo en medio de la crisis por el huracán Dorian, que se encuentra en las cercanas islas del norte de Bahamas.

Según la CNN, que explica que el mandatario también se ha dedicado a tuitear sobre varios asuntos de política nacional, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, se ha apresurado a decir que recibe informes "cada hora" sobre la evolución de Dorian. La imagen, tomada por un fotoperiodista, ha suscitado críticas en redes sociales.

"No sabemos lo que se nos viene", decía Trump solo un día antes, "No estoy seguro de que alguna vez haya escuchado de la categoría 5, sabía que existía, y he visto algunos (huracanes) de categoría 4, incluso no se ven tantos" de estos, afirmó también, "es un problema, es un problema".

El presidente ha aprobado una declaración de emergencia para Georgia y Carolina del Sur para facilitar los preparativos para la llegada del Huracán, que podría estar frente a sus costas el próximo miércoles o jueves. Hizo lo mismo horas antes con Florida.

Al menos en 14 condados de la costa este de Florida rigen órdenes de evacuación obligatoria o voluntaria para los habitantes de zonas bajas e inundables, quienes viven en casas móviles o en primera línea de costa, personas con necesidad de atención médica y las residentes en las llamadas "islas barrera".

Esas islas están situadas muy cerca del territorio continental de Florida como una barrera entre el mar abierto y la costa, como es el caso de Palm Beach, donde se encuentra, precisamente, el club privado Mar-a-Lago, propiedad de  Trump.

El gobernador del estado, Ron DeSantis, ha confirmado que este lunes ha hablado con el presidente y que este le ha prometido toda la ayuda necesaria para superar la posible catástrofe. La declaración del estado de emergencia agiliza el desembolso de fondos gubernamentales para desastres.

Con esta medida, Trump autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) coordinar todos los esfuerzos de asistencia para desastres con el fin de aliviar las repercusiones que Dorian pueda tener.