La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Gabriel Miró de Alicante enviará inspectores y expertos universitarios al colegio Pedro Duque para comprobar los efectos físicos y psicológicos que los barracones producen entre sus escolares.

«Tras hablar con los padres, hemos constatado que los alumnos de este centro sufren fuertes dolores de cabeza, y los profesores padecen afonía por el eco que se origina en las aulas prefabricadas», denuncia Vicente Wizner, delegado de la FAPA Gabriel Miró, quien añade que estos problemas «también se pueden trasladar al resto de colegios con barracones, como el Benalúa, que lleva así ocho años».

Un antecedente les pone en aviso para tomar medidas. Según Wizner, en el colegio Azorín ya se insonorizaron los techos y las paredes «porque el ruido que se producía disminuía el apetito de los escolares en la hora de comedor».

La FAPA Gabriel Miró también critica el «reducido» tamaño de los 14 barracones del Pedro Duque «que impide a los chavales meter sus mochilas dentro y las tienen que dejar fuera».

En las aulas prefabricadas de este colegio estudian más de 300 alumnos a la espera de que la Generalitat construya el nuevo centro prometido, «del que no hay fecha todavía», apunta Wizner.

Ahora hay un 30% más de barracones

La Conselleria de Educación ha aumentado en más de un 30% la instalación de barracones en los colegios de la provincia de Alicante durante el primer trimestre de este curso. Había contabilizadas 229 aulas prefabricadas en centros de Primaria y se han añadido 84 más en 13 centros de todos los niveles.

Hay 20.500 alumnos en barracones en la provincia, el 53% de toda la Comunitat, según el PSOE.

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