Ir al colegio Virxe do Rocío podría ser un peligro en un futuro. Al menos, así lo advierte el informe realizado por una aparejadora del Concello en el que se recuerda que el estado actual de conservación de este edificio es «regular». Según este informe, «los aleros presentan falta de mortero de recubrimiento, que se ha desprendido». Además, señala «con el paso del tiempo podrían producirse nuevos desprendimientos».

Este centro educativo tuvo que ser desalojado el pasado viernes al notarse vibraciones en su estructura, a raíz de unas obras que se están realizando en las proximidades. La inspección realizada por Educación no observó daños en el edificio y ayer los niños deberían incomporarse a clase en sus correspondientes.

Según los encargados del colegio, hoy «las clases se impartieron para los que vinieron», pues muchos padres han decidido no llevar a sus hijos al centro hasta no tener garantías de seguridad. «Se trata de niños de entre seis y 12 años, no es cualquier cosa, es algo serio», señaló la presidenta de la Asociación de Padres, Matilde González.

Ayer los técnicos realizaron una segunda inspección de la que los padres pedirán «garantías por escrito» ya que aseguran que «los niños están asustados y no quieren ir al colegio».

La consellería de Educación tiene previsto construir un nuevo edificio para este centro educativo. Esta tarea cuenta, desde el año 2006, con un presupuesto de dos millones de euros. Una cantidad que, según los padres «no se sabe dónde está».

El inmueble data de 1970 y cuenta con plata baja y tres pisos, fachada de ladrillo y estructura de hormigón.

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